Los peces que se alimentan a mayor profundidad en el océano presentan grandes cantidades de mercurio en su organismo, lo que posteriormente repercute en la dieta y en la salud de los humanos, según un estudio llevado a cabo por la Universidad de Michigan y la University of Hawai'i at Manoa School of Ocean and Earth Science and Technology (SOEST).
Por lo contrario, los peces que se alimentan en la superficie oceánica registran menor cantidad de mercurio.
Esto se debe a que en la superficie del oceáno las reacciones fotoquímicas descomponen más fácilmente el mercurio que en las profundidades, donde la iluminación es escasa.
"Hace unos años, publicamos un trabajo que demostró que los peces depredadores que se alimentan a niveles más profundos en el océano abierto –como el opah y el pez espada– tienen concentraciones de mercurio más altos que los que se alimentan en aguas cercanas a la superficie, como mahi-mahi y el atún aleta amarilla", manifestó Brian Popp, profesor de geología y geofísica de la Universidad de Hawái.
Según el estudio, peces depredadores de gran tamaño contienen altos niveles de metilmercurio en buena parte porque comen muchos peces pequeños que contienen mercurio.
La investigación se llevó a cabo en el Pacífico Norte, cerca de Hawái, donde las condiciones para realizar análisis científicos son más favorables, ya que las aguas son muy cristalinas, según un comunicado de prensa emitodo por la SOEST.
Fue así como se estudiaron las composiciones isotópicas estables de mercurios en nueve especies de peces marinos que se alimentan a diferentes profundidades, incluyendo seis peces depredadores y tres peces presa.
Impacto en los humanos. Según los científicos, es muy probable que los niveles de mercurio en las profundidades intermedias en el Pacífico Norte aumenten considerablemente en las próximas décadas.
Esto se traducirá en mayores cantidades de mercurio en los peces y, por ende, en la dieta de los humanos, sobretodo en zonas como Hawái donde se da mayor ingesta de especies marinas.
Y es que según una investigación efectuada por la Universidad de Hawái en conjunto con el Centro de Investigación Biomédica del Pacífico, las mujeres hawainas tienen tres veces más probabilidades de tener niveles elevados de mercurio en la sangre del cordón umbilical, en comparación con mujeres del resto de Estados Unidos.
Según las encuestas nutricionales, las mujeres estudiadas son más propensas a consumir pescado. La ingesta de metilmercurio en seres humanos puede repercutir en daños en el sistema nervioso central, el corazón y el sistema inmunológico.
Además, en el embarazo, el mercurio puede ocasionar daños durante el desarrollo del cerebro del feto. Lo mismo sucede en niños de corta edad expuestos a este elemento químico.
Es por eso que a partir de estas investigaciones los científicos hacen un llamado a disminuir las emisiones mundiales del mercurio, sobre todo de países como China e India.