¿Cuál es la posición del Ministerio de Salud frente a los concursos que promueven el consumo excesivo de comidas?
La posición es clara y es que cualquier abuso es perjudicial para la salud. En el tema de la alimentación, se han tomado acciones cuando hay menores de edad de por medio con la implementación del Reglamento de Sodas Escolares. En él, tratamos de orientar sobre las implicaciones de una alimentación saludable, tanto en cantidad como calidad.
¿Qué pasa cuando se trata de personas mayores de edad?
Es igual a cuando el hijo crece y se va de la casa, uno espera que aplique lo que se le enseñó. Nosotros apelamos a la consciencia. Legalmente, no podemos prohibir estas actividades, pese a que son potencialmente dañinas.
Pero sí se podría informar sobre el contenido calórico, de grasa y de sodio, entre otros.
Los contenidos nutricionales normalmente se informan por unidad alimentaria. Todavía con las hamburguesas no sucede esto porque se preparan sin un estándar. La información nutricional se da de acuerdo con las porciones. En este tipo de concursos, lo que se presenta es un abuso. Entonces, no ganamos nada ofreciendo la información nutricional porque la gracia es, justamente, comer el mayor número posible de porciones.
Como consumidores, ¿deberíamos tener acceso a la información de lo que comemos, como ocurre con los productos empaquetados en los supermercados?
En este caso es notorio que es algo abusivo, entonces la consciencia ahí no es tanto sobre la disponibilidad de información nutricional, sino sobre el abuso. En comercios que promueven comer toda la pizza que se pueda, por ejemplo, cuentan que los adolescentes comen inclusive hasta vomitar y algunos hasta siguen comiendo. Eso, médicamente hablando, está clarísimo que es perjudicial para la salud.
Insisto: ¿es un derecho del consumidor tener acceso a la información sobre lo que consume, aunque sea una hamburguesa de 13 pisos? ¿Debe recibir advertencia explícita de que es potencialmente perjudicial para la salud?
Ahí vamos con la parte cultural. No estás resolviendo el asunto. Hay que educar a la gente a que no abuse. Echarle la culpa al establecimiento, cuando es obvio que es una dosis descomunal, es evadir nuestra responsabilidad.
”En cuanto a los contenidos se está avanzando. En productos de cocina abierta, todavía no se ha logrado porque no hay estándares. Es probable que en un mismo restaurante una hamburguesa sea muy diferente a la que se produce una hora después. Es decir, en las comidas rápidas no se está exigiendo por esa razón”.
En otros países sí lo han podido resolver y exigir.
Sí, se esta avanzando en eso.
¿A qué plazo?
Como digo, ese no es el problema porque hay gente que participa por otros motivos, no es por su desconocimiento.
Tampoco hay desconocimiento sobre los riesgos asociados a consumir tabaco, pero igualmente se les exige a las tabacaleras incluir una advertencia en las etiquetas.
El reportaje es importantísimo porque pone a la luz un problema relativamente nuevo en Costa Rica y es fundamental para hacer consciencia.
”Para nosotros, desde que nos comentaron el caso, se ha generado una discusión de correr con lo que estamos trabajando para tenerlo a disposición cuanto antes”.
Entonces, ¿sí consideran que es importante que esté disponible esa información?
Sí, claro, pero de la mano con los planes para educar a menores y adolescentes y los planes de actividad física, entre otras iniciativas de salud.
¿Cuál es la raya? ¿Cuándo es pertinente exigir una advertencia explícita por riesgos a la salud y cuándo no?
Se estaría haciendo la consulta a la Oficina de Jurídicos para que den el punto de vista legal.
En los comercios que promueven atracones con pizza, donde participan colegiales, ¿ha intervenido el Ministerio?
No se tiene documentado ningún antecedente. Más bien creo que se va a generar una discusión a lo interno para tomar una decisión a partir de este reportaje.