Chile
El asma y la rinitis pueden causar accidentes de tráfico y la siniestralidad es mayor en función de la gravedad de la patología.
Así lo asegura un estudio que se presentará este fin de semana en el Congreso Nacional de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), que se celebrará en Madrid.
Según lo adelantó la Separ, para el estudio entrevistaron a 609 conductores habituales, de los que 185 eran pacientes con rinitis o asma del Hospital de Jerez (Cádiz).
Estos pacientes fueron clasificados según su gravedad, mientras que el grupo de control lo formaban 424 pacientes sin patologías.
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El estudio recuerda que en un paciente con estos problemas, cada estornudo equivale a entre dos y tres segundos. Y si la persona sufre una sucesión de estos, un auto a 110 km/h puede recorrer 600 metros casi sin control del conductor.
El análisis revela que la población con estas patologías respiratorias presentó una mayor prevalencia de accidentes de tráfico que el grupo de control: un 41,6% frente a un 33,8%.
Por temporadas
La investigación mostró también que más de la mitad de los accidentes de tráfico en pacientes asmáticos o con rinitis se concentran en primavera y otoño.
En esas estaciones, el grupo con patologías respiratorias sufrió más siniestros que el grupo de control (un 28,8% frente a un 24,8% en primavera, y un 27,4% versus un 11% en otoño).
El coordinador del estudio, el doctor José Gregorio Soto, neumólogo y miembro del Área de Asma de Separ, lamentó que las enfermedades crónicas inflamatorias de las vías respiratorias no se tengan en cuenta como interferencia en las habilidades para conducir.
"Hay que recordar que la incidencia de alergias en nuestro entorno es cada vez mayor, en determinados momentos estacionales y predominantemente en conductores jóvenes", dijo Soto.
"Estos problemas pueden hacer la conducción molesta e incluso peligrosa si no están controlados. Creemos que es necesario educar al conductor asmático o rinítico en la repercusión de estos problemas de salud en la conducción", agregó.
El estudio apunta a las reacciones alérgicas durante la conducción y al uso de determinados antihistamínicos, que tienen efecto sedante, como principales causas del siniestro.
Según la investigación, siete de cada 10 personas alérgicas desconocen que el consumo de antihistamínicos puede afectar la conducción.