Por ello, investigadores australianos sugirieron en la prestigiosa revista médica The Lancet que administrarles píldoras anticonceptivas podría ser una solución.
Por ejemplo, el riesgo de desarrollar cáncer de ovario o de endometrio disminuye en 50% a 60% entre las mujeres que toman píldoras anticonceptivas, dicen.
Los autores han recalcado dos temas. Primero, la doctora Kara Britt y el profesor Roger Short enfatizan que hay un problema de salud que resolver. Según ellos, al no dar a luz las religiosas corren un mayor riesgo. “Las mujeres que no tienen bebés ni dan pecho tienen más períodos y, por lo tanto, son más propensas a sufrir cáncer en los ovarios y en el útero”, explicaron en un comunicado oficial.
Además, ellos añaden que la Iglesia no considera como inadecuado el uso de medios terapéuticos necesarios para curar enfermedades, “aunque también tengan un efecto anticonceptivo”.