Hace más de 25 años tuvo como paciente a un adulto mayor que sufría episodios constantes de tristeza y no quería comer ni hablar, pero se desconocía su enfermedad.
Jerome Yesavage, director del Centro de Investigación del Envejecimiento de la Universidad de Stanford en Estados Unidos, lo estudió durante dos años sin entender su padecimiento pues no tenía problemas físicos de salud. Un día, Yesavage le preguntó sobre sus emociones y sentimientos y llegó a un diagnóstico: depresión, un mal olvidado en los adultos mayores.
Fue así como se dio a la tarea de diseñar una escala para medir este mal en las personas mayores de 65 años. Hoy, su Escala de Depresión Geriátrica está traducida en más de 40 idiomas y es referente mundial para diagnosticar y tratar el trastorno. Este es un extracto de una conversación con él.
Es muy común, pero se le presta muy poca atención. Nuestros estudios señalan que más del 60% de los adultos mayores en asilos sufre depresión, y el 20% o 30% de los ancianos que viven en sus casas tienen el mal. Esto es mucho más del doble de los casos de depresión en personas jóvenes (10% de la población).
”Sin embargo, muchos se concentran en la salud física y dejan de lado la parte emocional. Los males físicos son obvios, pero las emociones de nuestros abuelos también se enferman y debemos reconocerlos para tratarlos”.
Hay dos razones: una biológica y una psicológica. La psicológica es que a estas edades se sufre una pérdida tras otra, y finalmente se pierde la salud. Esto aumenta el riesgo de depresión.
”La parte biológica también es vital. Hay químicos en nuestro cerebro, como la neuroadrenalina o el cortisol, que nos mantienen activos y animados. Con el envejecimiento, los niveles de estas sustancias bajan entre un 20% y un 40%”.
En las mujeres es tres veces más común que en los hombres. Aún no hay una razón definida, pero las hormonas y la sensibilidad propia de las mujeres son posibilidades.
”También hay personas que nacen con más disposición genética para resistir episodios dolorosos, otros desarrollan esta habilidad con el tiempo. Hay adultos a quienes los golpeas con una pluma y se caen, a otros los atropella un camión y ni siquiera se tambalean”.
Es normal que estas personas se sientan tristes, sobre todo si sufrieron una pérdida de alguien cercano, pero la tristeza normalmente dura unos cuantos días: Si se prolonga, le recomiendo que le realice a su familiar el cuestionario de mi escala. Son solo 15 preguntas y pueden descargarse gratis en el sitio www.stanford.edu/~yesavage .
”Si más de cinco respuestas indican rasgos depresivos, es porque hay depresión. En ese caso, les recomiendo llevarlo con un geriatra, ellos están capacitados para tratar el mal y darle calidad de vida”.
Eso depende del nivel de depresión. Hay personas que solo requieren unas cuantas citas con un psicólogo. Los casos más graves (no hablan o no quieren comer) requerirán medicamentos”.