El ejercicio puede reducir los síntomas de la depresión, pero, comparado con terapias psicológicas o farmacológicas, su efecto no es estadísticamente más significativo y no parece durar después de que los participantes dejan de hacer ejercicio.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores analizaron 39 ensayos controlados aleatorios sobre el tratamiento de la depresión en 2.326 participantes mayores de 18 años.
La depresión, que puede tener un impacto significativo en la salud física de las personas, así como la reducción de su calidad de vida, se trata usualmente con antidepresivos o con terapia psicológica.
“Sin embargo, algunas personas pueden preferir enfoques alternativos como el ejercicio”, dicen los investigadores en el estudio, publicado en The Cochrane Library. Por eso, decidieron realizar este análisis bibliográfico.
A futuro, recomiendan examinar con más detalle qué tipo de ejercicio podría beneficiar más a las personas con depresión, y detallar el número y la duración que las sesiones que deberían tener para que sean de mayor beneficio.