Washington. AFP. Para dormir bien, es mejor leer un libro impreso en vez de uno en formato electrónico, precisa un estudio publicado esta semana. La investigación afirma que la luminosidad de la pantalla en estos aparatos afecta el sueño.
Investigadores del Hospital Brigham en Boston (Massachusetts) compararon los efectos biológicos de ambos tipos de lectura antes de dormir, como parte de un estudio que aparece en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences .
Durante dos semanas, doce participantes leyeron tanto libros electrónicos en tabletas como libros en papel cuatro horas antes de dormir por un lapso de cinco días consecutivos.
“Aquellos que leían libros en tabletas tardaban más en dormirse, tenían menos sueño la noche, y su producción de melatonina (una hormona que induce al sueño) se reducía”, explica en un comunicado Anne-Marie Chang, autora del estudio e investigadora en ciencias del sueño del citado hospital de Boston.
Asimismo, “sus relojes circadianos (reloj biológico interno) se retrasaban y estaban menos despiertos al otro día que quienes leyeron libros impresos”, agregó.
Los “ritmos circadianos naturales del cuerpo son interrumpidos por la luz de ondas cortas, conocida como luz azul, que proviene de esos aparatos electrónicos”, asevera Chang.
Los investigadores constataron que quienes leyeron en tabletas se durmieron una hora más tarde que los otros y más dispersos al día siguiente, incluso después de ocho horas de sueño.
Investigaciones similares habían mostrado el efecto de la luz de estos dispositivos en la secreción de melatonina, pero sin adentrarse en sus efectos en el sueño, indicaron los científicos.
Los investigadores piensan que el uso de estos aparatos, principalmente entre los niños y adolescentes, “juegan un papel al perpetuar la falta de sueño”, una tendencia que se agrava desde hace medio siglo, aseguran, por lo que piden investigaciones sobre las consecuencias a largo plazo en la salud.