Cuando el sida emergió, no se sospechaba que 30 años después la comunidad científica aún estaría buscando respuestas para una vacuna que inhabilitara al virus que lo causa y que aún no existiría una cura definitiva.
Décadas de investigaciones han logrado dar con respuestas parciales que han llevado a mejores tratamientos, pero que aún no logran erradicar la enfermedad.
El estudio más avanzado se desarrolla en Tailandia, liderado por el Programa contra VIH del Ejército de Estados Unidos y el Ministerio de Salud tailandés.
Los últimos datos arrojaron que la entrada del virus se logró frenar en el 31,2% de quienes se aplicaron esta vacuna experimental. Es un porcentaje muy bajo, pues una vacuna se considera eficaz con un 70% de éxito.
Para la investigadora francesa Françoise Barré-Sinoussi, una de las ganadoras del Premio Nobel por el descubrimiento del VIH, aún queda mucho por hacer.
“Tuvimos que devolvernos a investigación en ciencia básica. ¿Cuánto tomará: meses, décadas, años? ¿Cómo saberlo? Solo un estudio clínico para probar algún avance toma incluso seis años”, dijo Barré-Sinoussi.
A esto se le añade que el virus se hace más fuerte y los medicamentos no tendrán efecto si los pacientes seropositivos no siguen su tratamiento.
Las investigaciones aspiran a dar cada vez con mejores tratamientos y formas de prevención para evitar el mal.
Por esta razón, los especialistas siguen apelando a una buena salud sexual.
“El VIH y el sida siguen siendo males sin cura. La única forma de evitarlo es teniendo una sola pareja sexual y utilizando el condón; esto puede salvar vidas”, expresó Laura Sánchez, asesora en VIH del Fondo de Población de Naciones Unidas para Costa Rica.