Durante el 2010 se detectaron en el país más de 300 casos de pacientes infectados con bacterias resistentes a los antibióticos o medicamentos con los que tradicionalmente se les combate.
Así lo confirmaron a
Se considera como un microorganismo resistente aquel que desarrolla anticuerpos a los antibióticos ante los que normalmente suele sucumbir.
Esto ocurre cuando una persona abandona su tratamiento de antibióticos días o dosis antes. De esta forma, el microorganismo que se ataca no muere, sino que se fortalece y, entonces, si la persona se enferma nuevamente, el medicamento ya no le sirve y requiere una droga mucho más fuerte –e incluso con más efectos secundarios– para sanar esa infección.
Esto ocurre no solo con antibióticos, sino también con fármacos recetados contra infecciones por virus, parásitos u hongos.
Según alertó la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) en el 2009, en el país el 70% de los pacientes no finaliza su tratamiento con antibióticos, por lo que contribuye con esta problemática.
Primero, la
Las autoridades confirmaron que en el 2010 registraron 166 casos de salmonella resistentes a un fármaco.
En segundo término destaca la
Otras bacterias que se encontraron en los hospitales también se vuelven resistentes a fármacos, entre ellas, la
Otras 19 bacterias más son analizadas actualmente por las autoridades por dos razones: porque históricamente se detectaron casos en el país en algún momento (aunque no hayan pacientes en la actualidad) o, porque son bacterias muy peligrosas que representan un gran riesgo a la salud pública, si se hacen resistentes al tratamiento.
Entre ellas destaca la
Están también la
“Si alguien abandona su tratamiento, no todos los microorganismos habrán muerto. Los que sobreviven son los más fuertes y resistentes. Esto hace que la bacteria tome fuerza y desarrolle resistencia al tratamiento. Además, puede ‘pasar’ material genético a otras bacterias y hacer que estas desarrollen resistencia”, dijo Antonieta Jiménez, microbióloga del CNRB-Inciensa.
”Esto quiere decir que la persona puede contagiar a otras personas cercanas con bacterias resistentes o que solo pueden ser tratadas con medicamentos mucho más agresivos”, agregó.
Para Romeo Montoya, encargado de Enfermedades Transmisibles de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la resistencia a los antibióticos es un problema urgente. “¿Qué sucederá cuando las personas que incumplen su tratamiento ya no tengan más opciones porque el microorganismo que tienen se volvió resistente a todas los medicamentos conocidos? La irresponsabilidad nos puede matar”, concluyó.