Cerca de 1.000 millones de personas en el planeta, aproximadamente el 15% de la población mundial, tiene algún tipo de discapacidad.
Esta población no representaba ni siquiera el 8% hace 20 años. Este incremento se atribuye al envejecimiento de la población y al aumento de las enfermedades crónicas.
Cerca de 190 millones de individuos en esta condición, afrontan dificultades que les impiden desarrollo como personas.
Estas son las conclusiones del Informe sobre discapacidad , difundido ayer con motivo del Día Mundial de las Personas con Discapacidad por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Banco Mundial. El documento insiste en que las discapacidades físicas, intelectuales o emocionales no han dejado de ser motivo de discriminación y desigualdad, especialmente en países de bajos ingresos.
Por ejemplo, las personas con discapacidad tienen 44% menos de posibilidades de conseguir un empleo y los niños con esta condición –ya sea discapacidad física o mental– tienen un 55% menos de probabilidad de llegar a la universidad.
Para la OMS, no puede perderse de vista que la discapacidad no siempre es una condición con la que se nace: cualquier persona puede sufrir una discapacidad, aunque sea en forma temporal.
“Casi todos nosotros tenemos alguna discapacidad, temporal o permanente, en algún momento de la vida. Debemos romper los obstáculos que segregan a las personas con discapacidades, que en muchos casos las arrinconan en los márgenes de la sociedad”, dijo en un comunicado de prensa Margaret Chan, directora de la OMS.
Llamado. El reporte señala que los Gobiernos deben mejorar las condiciones de este grupo.
Dentro de las estrategias, está promover el acceso a los servicios generales, invertir en programas específicos para las personas con discapacidad y adoptar una estrategia y plan de acción nacionales.
La OMS y el Banco Mundial también solicitan mejorar la educación, proporcionar un financiamiento adecuado y aumentar la conciencia pública sobre el tema.
Finalmente, se pide fortalecer la investigación y la recopilación de datos en el tema y garantizar la participación de las personas con discapacidad en la aplicación de políticas y programas.
El reporte también llama a la participación de la sociedad civil.
“Las personas con discapacidad tienen peores resultados sanitarios y académicos, menor participación económica y tasas de pobreza mayores que las personas sin discapacidad. En nuestras manos está el cambiarlo”, dice el documento.