Jorge Manuel Dengo también cuenta en sus 92 años de vida un benemeritazgo de la patria (2007), un doctorado honoris causa del Instituto Tecnológico de Costa Rica (2004) y el premio Rodrigo Facio (2006), el cual otorga la Universidad de Costa Rica a los costarricenses más sobresalientes.
Sin embargo, sus familiares destacan que, pese a todos los méritos profesionales y para el desarrollo del país, sus logros en el campo familiar y en la crianza de hijos y nietos son igualmente importantes.
“Siempre estuvimos a la par de él y, aunque íbamos participando de sus logros, pocas veces había tenido tan presente todo lo que había hecho por el país. Eso sí, más allá de sus logros en el campo público, ha sido el mejor papá”, comentó su hija Amalia Dengo.
“Mi papá siempre nos enseñó mucho sobre ética y valores. Nos hablaba de la importancia de ser honestos y de darse al país y devolverle un poco de lo que nos da, sin tener intereses de por medio. Nos decía que no importaba nuestra profesión o trabajo, pues desde todas las áreas siempre se puede servir al país”, agregó.
Maestro. Para la comunidad universitaria, Jorge Manuel Dengo no solo ha sido el creador de varias escuelas en la Facultad de Ingeniería, sino también un ejemplo.
“Creo que muchos lo vemos como un maestro. Toda su función pública y los ejemplos que le ha dado al país en su visión de desarrollo, y en el amor por el trabajo, lo hacen ser un docente activo más de nuestra universidad”, dijo Yamileth González, rectora de la Universidad de Costa Rica.
Su familia señaló que, pese a todas las distinciones recibidas en su vida, Jorge Manuel Dengo siempre ha sabido mantener la humildad y la sonrisa que lo caracterizaron desde joven.