Madrid, España. EL PAÍS Una vacuna experimental contra el virus del papiloma humano (VPH) resultó útil para combatir el cáncer de cérvix en un pequeño grupo de pacientes.
Es la conclusión de un estudio en la revista Science Translational Medicine , que se muestra prudente ya que de momento solo se ha probado con 18 mujeres.
Todas las participantes presentaban neoplasia cervical, un precursor del cáncer de útero, y se les administró VGX-3100, como se ha llamado a la vacuna en estudio.
Los resultados obtenidos “sugieren que la VGX-3100 podría potencialmente estimular el retroceso del cáncer en individuos ya infectados con VPH”.
El VPH es una de las causas que pueden llevar a las mujeres a desarrollar un cáncer cervical.
La vacuna en prueba es similar a las que ya están en el mercado puesto que se ha mostrado eficaz con los tipos 16 y 18 del VPH, ambos considerados cancerígenos aunque no los únicos que lo son.
Sin embargo, presenta dos diferencias importantes. La primera es que se emplea como tratamiento para mujeres ya infectadas. La segunda es que su administración en las pacientes se hizo acompañando la inyección de un pequeño impulso eléctrico.
“Los autores observaron que administrar la vacuna con electroporación (como se conoce esa técnica) induce una robusta respuesta inmunológica al VPH en individuos previamente infectados”, señala el texto que aparece en la revista de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS).
El ensayo afirma que “la vacuna es segura” ya que solo provocó “efectos secundarios menores”.
Los autores destacan que su funcionamiento es “similar al de la terapia genética”; es decir, que el resultado se parece a lo que se obtendría al insertar una pieza de ADN en las pacientes para producir una proteína que estimulara el sistema inmunológico contra las células infectadas.
En concreto, lo que hace la VGX-3100 es estimular a las células CD8+, unas células inmunológicas que destruyen el cáncer.
La actual vacuna contra el VPH es discutida por una parte de la comunidad médica y también, en España, por la Asociación de Afectadas por la Vacuna del Papiloma.
Sus detractores recuerdan que solo está recomendada contra dos o contra cuatro tipos del virus, que no están presentes en todos los casos en los que se detectan lesiones precancerosas, y denuncian que la prevención es más efectiva que la distribución de la vacuna.
A favor de esto argumentan que España, donde las citologías son comunes y permiten hacer un cribado efectivo, es uno de los países con menor incidencia de la enfermedad, menor a la que presentan otros países similares y muy por debajo de los índices de algunos países del tercer mundo.