Nunca es tarde para ir a la universidad. Actualmente, los adultos mayores tienen la oportunidad de recibir clases sobre diversos temas gracias a los cursos libres que se imparten en universidades estatales.
Para ello, las instituciones disponen de una amplia gama de cursos cortos, de fácil matrícula, a bajos costos y cuyo único requisito es ser mayor de 50 años.
Las entidades que imparten estos cursos son la Universidad de Costa Rica (UCR), el Tecnológico de Costa Rica (ITCR), la Universidad Nacional (UNA) y la Universidad Estatal a la Distancia (UNED).
Además, algunas sedes regionales de estas casas de educación superior, como la sede del Pacífico de la UCR y la de Santa Clara del ITCR, también disponen de oferta académica para esa población.
Entre los cursos específicos están disciplinas de movimiento humano, como tai-chi, natación y baile. Además, se imparten clases de artesanías con materiales diversos, se dictan charlas sobre sexualidad, inteligencia emocional, computación e inglés.
Entre las novedades están los cursos de cultura del vino, cultura japonesa y fotografía digital.
Los cursos regulares se reciben junto a estudiantes de la universidad y pertenecen a las distintas facultades.
“Es importante que ellos puedan usar lo aprendido en la vida cotidiana”, dijo Marisol Rapso, quien es la encargada del Programa Integral para la Persona Adulta Mayor de la UCR.
Cada curso alcanzan una duración semestral, y algunos, como los de idiomas, tienen distintos niveles.
La UNA no se queda atrás y también ofrece cursos trimestrales de artesanías, idiomas y tertulias donde los estudiantes van a conversar sobre temas de interés para mejorar su calidad de vida.
“Lo más satisfactorio es ver a un estudiante que llega deprimido y ver que, en el proceso, su autoestima va cambiando”, declaró Maribel León, encargada del Programa de Atención Integral de la Persona Adulta Mayor de la UNA.
“Póngale vida a los años” es el nombre de uno de los curso que imparte el ITCR. La metodología de estos cursos consiste en realizar actividades para el desarrollo mental y físico de las personas.
Por su parte, cada tres meses, la UNED abre matrícula para clases de tai-chi, pintura, historia del arte y bailes populares.
Según los encargados, este tipo de cursos atrae mucho a los adultos mayores hasta el punto de que ya existen cursos de Internet y redes sociales, como Facebook y Twitter.
Según Maribel León, de la UNA, estos cursos permiten la “alfabetización informática” de los adultos , que en su mayoría nunca han tenido contacto con una computadora o con Internet, y lo mismo sucede a la hora de aprender un segundo idioma, como inglés o francés.
En este tipo de cursos, los estudiantes, en algunos casos, reciben un certificado de participación e incluso se gradúan, como en el caso de los estudiantes del ITCR.
Flora Jiménez, representante del ITCR, consideró que las graduaciones son “una forma de incentivarlos ya que muchos de ellos no poseen ningún grado académico”.
“Cuando un adulto mayor no realiza ninguna actividad después de su jubilación o nunca la ha tenido, el deterioro mental y físico se acelera con más facilidad”, comentó Mora.
Asimismo, la especialista recomendó elegir cursos que impliquen actividades nuevas y les demanden hacer cosas que no hecho antes en sus vidas. “Esto sirve para activar neuronas en desuso”, dijo.
La edad no es un límite. Incluso personas que sufren algún tipo de demencia, pueden participar y retardar el impacto de la enfermedad que padecen.
Estos programas en las universidades nacieron en cumplimiento de la