Por año, en el mundo se producen 37,3 millones de caídas que, por su gravedad, requieren de atención médica.
De ellas, 424.000 llevan a la muerte, en su mayoría a personas mayores de 60 años en países en desarrollo. Esta es la segunda causa de fallecimiento por motivos accidentales en el planeta, según se desprende de un reporte de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El informe también destaca que, por año, se pierden 17 millones de años de vida ajustados en función de la discapacidad (AVAD). Esta es una medida en la que se suman los días de incapacidad o discapacidad que significan todas las caídas a lo largo y ancho del mundo.
Prevención. Los especialistas indican que sí hay forma de prevenir las caídas, especialmente en los adultos mayores. Sin embargo, no se trata de una fórmula única, pues se necesita de la acción de diferentes sectores.
“Las estrategias preventivas deben hacer hincapié en la educación, la capacitación, la creación de entornos más seguros, la priorización de la investigación relacionada con las caídas y el establecimiento de políticas eficaces para reducir los riesgos”, cita el documento de la OMS.
No obstante, examinar el entorno donde viven y se desenvuelven las personas con problemas de movilidad es vital para evitar cualquier tropiezo.