Hasta hace año y medio, la principal preocupación de quienes atendían a personas con quemaduras graves era la cantidad de infecciones que podían producirse al quedarles la piel expuesta.
El panorama cambió en junio del 2010, con el Banco Nacional de Tejidos, que almacena piel cadavérica para utilizarse en trasplantes que ayudan al paciente a proteger sus tejidos mientras su propia piel va regenerándose.
Desde que ese banco abrió sus puertas, se han realizado 28 trasplantes a 14 pacientes y esto ha reducido en un 66% las infecciones en los pacientes quemados del Hospital Nacional de Niños.
Así lo dieron a conocer ayer las autoridades del centro médico.
“La piel es la principal barrera que evita las infecciones por bacterias. En un paciente quemado, los pacientes quedan expuestos a infecciones porque no hay piel”, explicó Rodolfo Hernández, director del centro médico.
“Sin embargo, con los trasplantes hemos logrado proteger la piel de los quemados. Así, en el 2009, antes del Banco de Piel, el 9% de los pacientes en la Unidad de Quemados tenían infecciones, luego del Banco, solo el 4% los presenta. Son cinco puntos porcentuales, pero, si los vemos en números absolutos, la reducción fue de 66%”, agregó.
Aunque la donación subió en el 2011 en relación con el 2010, en año y medio solo se ha obtenido piel de 21 donantes cadavéricos (para 20.300 centímetros cuadrados de piel) y válvulas cardíacas y arterias de 14 donadores.
“Nuestros números son similares a los de países como Uruguay o Colombia, pero no nos debemos quedar atrás. Debemos ser conscientes de donar no solo órganos, también nuestra piel, nuestros tejidos y tejidos vasculares. Eso es donar vida”, dijo Marlen Herrera, coordinadora del Banco Nacional de Tejidos.