Ticas modernas viven más años, pero descuidan su salud

Si una mujer nace en Costa Rica hoy, es posible que viva casi 82 años –unos cinco más que un varón, que alcanza los 76,6 años–.

También es probable que se case a los 24 años y tenga dos hijos –dos menos que sus abuelas, que en 1970 tenían cuatro hijos–.

Esa es la realidad que enfrentan hoy las ticas, según datos oficiales solicitados por La Nación al Ministerio de Salud, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), la Asociación Demográfica Costarricense y el Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA).

De acuerdo con las estadísticas de estas entidades, es posible que una joven costarricense tome su primer trago de licor a los 16 años y que, si fuma, pruebe su primer cigarrillo a los 17 años. Eso la incluiría dentro del 21,6% de mujeres fumadoras del país.

Su primera relación sexual ocurrirá entre los 14 y los 19 años, y es posible que tenga, en promedio, cuatro parejas sexuales durante su vida. El 20% de ellas tendrá un hijo antes de cumplir los 18 años.

Durante su edad reproductiva, el 9,9% sufrirá de anemia, enfermedad que se refleja en una alteración de la composición sanguínea.

Entre los 20 y los 44 años es bastante probable tenga sobrepeso. De hecho, las cifras indican que el 59,7% de las costarricenses en este rango de edad lo experimentan.

Esta misma posibilidad se incrementa a un 77,3% entre 45 y los 69 años, indican los médicos.

Finalmente, el infarto al miocardio, el derrame cerebral o cáncer de seno o estómago son las causas de muerte más probables.

Ellas y ellos. Según datos del Ministerio de Salud, aunque hay mejoras considerables en la salud femenina, las mujeres aún son más propensas que los hombres a enfermedades como la artritis reumatoide, las dificultades respiratorias, el asma y los trastornos depresivos.

No son tan propensas a ser alcohólicas ni a sufrir accidentes de tránsito.

Los infartos y la hipertensión todavía aquejan más a los hombres ticos, dicen los números.

¿Por qué? Ana Morice, viceministra de Salud, opina que hay factores biológicos que protegen a las mujeres.

“En cuestiones de salud, por genética la mujer es el sexo fuerte. El tener dos cromosomas ‘X’ nos da una ‘protección natural’ a muchas enfermedades”, dijo.

Y agregó: “Sin embargo, con las múltiples funciones de una mujer, al ser trabajadora, esposa, madre y ama de casa, el estrés aumenta y ella no tiene tanto tiempo para hacer ejercicio y evitar la aparición de enfermedades”.

“Hay muchas causas, hay diferencias biológicas que hacen que la mujer sufra más, pero también hay diferencias sociales, muchas a veces descuidan su salud por cuidar esposos e hijos”, coincidió en señalar Ileana Quirós, quien es la encargada del programa de salud de la mujer de la CCSS.

“Nos aquejan las mismas enfermedades, pero las mujeres las sufren de forma distinta. Por ejemplo, hay más casos de diabetes en hombres, pero más mujeres mueren por esta enfermedad”, agregó.

¿Desigualdades? Las expertas en temas femeninos consultadas por La Nación coinciden en que la desigualdad entre hombres y mujeres no se ha erradicado en el país.

“La violencia que se ejerce contra las mujeres por su condición de subordinación social se mantiene como un serio problema de salud y de seguridad ciudadana. No es justo ver en la consulta a mujeres golpeadas o contagiadas de una enfermedad de transmisión sexual por sus cónyuges”, dijo Quirós.

Pero hay más. Un estudio hecho en el 2010 por el Foro Económico Mundial señaló que por cada varón tico con formación universitaria hay 1,26 mujeres. Sin embargo, ese nivel educativo no se traduce en mejores oportunidades laborales y salariales para ellas, ya que una tica gana apenas el 66% de lo que un hombre. “La diferencia en la remuneración entre hombres y mujeres es preocupante. Pese al esfuerzo que hacen ellas por prepararse, la sociedad no se los devuelve. Hay más pobreza en las mujeres que en los hombres y eso va en detrimento de su calidad de vida”, dijo la socióloga Montserrat Sagot.