Un programa de reciclaje, otro para proteger el agua y dos proyectos de apoyo a comunidades figuran entre algunas de las iniciativas galardonadas con el premio Aportes al Mejoramiento de la Calidad de Vida.
Dicho reconocimiento fue otorgado, el pasado viernes 25 de octubre, por cuatro universidades estatales del país, el Consejo Nacional de Rectores y la Defensoría de los Habitantes.
Los laureados fueron Guiselle Lucas Bolívar, Tatiana Cuadra; el Laboratorio de Manejo del Recurso Hídrico de la Escuela de Química de la Universidad Nacional (UNA), representado por su coordinadora, Cristina Benavides.
También resultó honrada la Asociación de Desarrollo Integral de La Fortuna de San Carlos (ADFORT), a la cual representó Adrián Acuña.
Ellos recibieron el reconocimiento en el Auditorio de la Ciudad de la Investigación de la Universidad de Costa Rica (UCR).
Lucas, por ejemplo, fue premiada por su labor conjunta con varias instituciones para apoyar a la población indígena tayní, del valle la Estrella, en Limón.
Esta doctora y su equipo no solo han tratado de atender los problemas de salud de la comunidad, sino también darle acceso a servicios básicos, vías, puentes y luz.
“Es una motivación, un reto y un llamado a la comunidad, a la sociedad y al país para que estos proyectos o necesidades (de la comunidad) se puedan solventar”, indicó.
Esfuerzos meritorios. La joven de 21 años Tatiana Cuadra, fue premiada por su plan de reciclaje.
“La gente en Palmares quería reciclar, pero no sabía adónde llevar los materiales. Logramos hacer una alianza con la Municipalidad (...). Buscamos voluntarios para que empacaran, pesaran y el material se llevara a un centro de acopio establecido”, relató.
Cuadra se mostró agradecida por el galardón y destacó que la iniciativa se ha replicado en otro países y comunidades.
Por otra parte, el Laboratorio de Manejo del Recurso Hídrico de la Universidad Nacional (UNA) fue honrado por su trabajo en la capacitación de las comunidades para que conozcan, administren y protejan el agua.
“Generamos información científica y nos ocupamos de llevarla a la gente para que sirva de algo, para que los grupos organizados e instituciones puedan tomar decisiones”, comentó Cristina Benavides, coordinadora del laboratorio.
Mientras, Adrián Acuña recibió el premio en nombre de ADFORT. Indicó que el laurel es un estímulo para quienes laboran en la Asociación y para la comunidad que los ha apoyado. Comentó que han ayudado en varios campos: el educativo, el medio ambiente y proyectos de carbono neutral, entre otros.