“El coste humano que representa esta tragedia diaria es incalculable” , lamentó el director general de la OIT, Juan Somavia.
“El gasto que conlleva la pérdida en días de trabajo, tratamiento médico y prestaciones asciende cada año al 4% del PIB mundial. Esta cifra supera el valor total de las medidas adoptadas para responder a la crisis económica”, añadió.
Los datos de la OIT recalcan que, además, cada año ocurren cerca de 337 millones de accidentes en el entorno laboral que derivan en ausencias prolongadas del trabajo.
Entre los nuevos riesgos laborales, se hallan mayores cargas de trabajo y su intensificación a raíz de los recortes de plantilla.
Otros riesgos son las malas condiciones asociadas a los trabajos en la economía informal, además de las nuevas formas de empleo, como el independiente, la subcontratación o los contratos temporales.
Este estudio sostiene que existe un preocupante aumento de los trastornos causados por el estrés laboral debido a la incapacidad de hacer frente a los nuevos modelos de la vida laboral.