Desde hace 25 años, la Organización Mundial de la Salud (OMS) realiza actividades el 31 de mayo para conmemorar el Día Mundial del No Fumado.
Sin embargo, ¿esta fecha realmente funciona para hacer conciencia sobre los efectos nocivos del tabaco y que las personas fumen menos?
Para investigadores del Hospital de Niños de Boston y de la Escuela de de Salud Pública de la Universidad John Hopkins, ambas en Estados Unidos, este evento sí vale la pena.
Los investigadores analizaron durante seis años los contenidos de medios de comunicación en siete países y vieron que durante los días cercanos al 31 de mayo, los medios hablaban entre un 83% y 84% más de los efectos nocivos del tabaco que un día normal y le pedían a la gente dejar de fumar.
“Luego de 25 años no sabíamos si el Día Mundial del No Fumado estaba teniendo un impacto significativo. Ya hemos visto que otros ‘días mundiales’ no generan tanto ‘tráfico de comunicación’, pero en este caso sí”, dijo en un comunicado de prensa John W. Ayers, coordinador del estudio.
El análisis, publicado en la revista Journal of Medical Internet Research, afirma que “para lograr este mismo tipo de impacto los países deberían aumentar los impuestos a los cigarrillos en un 2,8% cada año. Esto sería imposible de lograr si no se tuviera el Día del No Fumado”, dice el estudio.
Para los investigadores, el Día del No Fumado se convierte en una fecha propicia para hacer una promesa de dejar de fumar: “Es como un segundo intento para quienes no lo cumplieron como propósito de año nuevo”, dijo Ayers.