Jorge Sánchez, de 68 años, no podía caminar 100 metros sin sentir dolor en la rodilla. Un desgaste en los meniscos desde hace 35 años también hacía que se cayera fácilmente y, pese a que lo operaron una vez, el dolor no se iba.
El pasado lunes, Sánchez se convirtió en el tercer paciente en recibir en el Hospital México una prótesis de rodilla especial conocida como Next Gen.
Este dispositivo, que es como una rótula artificial, le permite flexionar la pierna normalmente y caminar, subir escaleras, agacharse y girar la pierna.
“Me siento bien. No tengo dolor. Hice los primeros ejercicios de rehabilitación y puedo flexionar la rodilla sin problemas”, dijo Sánchez. Desde hace dos semanas, el Hospital México coloca estas prótesis para dar mayor calidad de vida a los pacientes.
La colocación de esta prótesis podrá ayudar a más de 50 pacientes todos los años. “Luego de los 60 años de edad, entre el 70% y 80% de las personas tiene molestias en las rodillas. Esto se debe a la edad, la herencia y actividades pesadas durante su vida laboral. No todos presentan el mismo nivel de desgaste y algunos siguen su vida sin prótesis, pero hay gente que no aguanta el dolor y necesita esta tecnología”, dijo Julio Montero, jefe de Ortopedia del Hospital México.
Montero comentó que esta prótesis tiene una vida útil de entre 12 y 15 años, y que la persona puede llevar una vida normal después de su colocación. “Evidentemente, el paciente no va a poder correr una media maratón, pero sí podrá realizar actividades básicas sin mucho esfuerzo”, añadió.
Luego se abre el área “por planos”; es decir, primero la piel, luego las células debajo de la piel y los tendones hasta llegar al hueso. Allí se remueven los meniscos y se coloca la prótesis para que quede adherida a la tibia y al fémur.
La intervención tarda entre 60 y 75 minutos. La recuperación incluye observación en el hospital los primeros días, y ejercicios de rehabilitación durante los primeros meses.