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"En los últimos años, las empresas tabacaleras multinacionales han emprendido sin el menor rubor una serie de acciones legales contra gobiernos que han estado a la vanguardia de la guerra contra el tabaco. La industria está dejando el abrigo de las sombras para mostrarse en los tribunales. Tenemos que respaldar a estos gobiernos, que han tenido el valor de cumplir con el deber de proteger a sus ciudadanos", dijo en un comunicado de prensa Margaret Chan, directora general de la OMS.
En el documento la OMS aduce que el consumo de tabaco es una de las principales causas evitables de muerte, pues mata a cerca de 6 millones de personas cada año, de las cuales más de 600.000 son no fumadores expuestos al humo de tabaco ajeno.
Los especialistas aseguran que si no se toman medidas, el tabaco matará hasta 8 millones de personas en 2030, de las cuales más del 80% vivirá en países de bajos y medianos ingresos.
Según la OMS, las tabacaleras interfieren en seis formas: "con maniobras para sabotear procesos políticos y legislativos, con la exageración de la importancia económica de la industria tabacalera, con la manipulación de la opinión pública con el fin de crearse una apariencia de respetabilidad, con la falsificación del apoyo mediante grupos prestanombres, con intentos por desacreditar las publicaciones científicas o con intimidación de gobiernos mediante pleitos judiciakles o amenaza de demandas".
En Costa Rica, un estudio de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) realizado el año pasado reveló que el 14,2% de los ticos fuma; de ellos, la mayoría tiene entre 20 y 39 años.
Según el estudio, la cantidad de fumadores es cada vez menor, pero siguen representando un fuerte gasto para la CCSS. Solo en el año 2010 se invirtieron ¢72.981 millones en la atención de enfermedades generadas por el abuso del cigarrillo entre los costarricenses.
