Especialistas en nutrición señalan que la baja en el consumo de frijoles se debe a dos factores: la incorporación de la mujer al campo laboral (lo que reduce el tiempo para cocinar) y mitos que señalan al frijol como un alimento dañino para la digestión.
Según estudios de la Universidad de Costa Rica, los menores de 40 años son quienes más dejaron el consumo de esta leguminosa por estas razones.
“Hay gente que dice que el frijol produce gastritis y colitis, y que es malo para la digestión. Sin embargo, si los remojamos en agua durante unas 12 horas y antes de cocinarlos los condimentamos solo con cebolla, chile dulce, ajo, y no les ponemos condimentos artificiales como salsas pesadas, no habrá mayor problema”, explicó la nutricionista Ximena Rodríguez.
“Además, los frijoles rojos se digieren mejor que los negros; así es que las personas con problemas digestivos pueden intentar comer frijoles rojos”.
Otros mitos. Entre los mitos sobre los frijoles, también se encuentran el que personas con enfermedades crónicas deben evitar su consumo; otros dicen que es más recomendable comer frijoles negros que rojos por su valor nutricional.
“Cualquier persona, si su médico no se lo impide, puede comer frijoles sin problemas. Por otra parte, sí es cierto que el frijol negro tiene un poquito más de hierro que el frijol rojo, pero la diferencia no es significativa. Ambos tipos de frijol son igual de importantes para la alimentación”, aseguró Maricruz Ramírez, nutricionista de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
La CCSS prepara charlas y talleres en diferentes comunidades y escuelas para derribar los mitos en torno al frijol.