01/12/2011. Cripzy Yariana Arroyo Ziga nia smbolo de la Teletn en su casa de habitacin en Sardinal de Puntarenas. Foto Abelardo Fonseca (Abelardo Fonseca)
“Ya casi no caben”, dice Cripzy mientras introduce su dedo en la pequeña ranura de la alcancía en forma de chanchito rosado. Empuja los billetes al fondo y agrega sonriendo: “Me dieron muchos, muchos billetes”.
Cripzy Arroyo Zúñiga, la niña símbolo de la Teletón 2011, decidió asumir activamente el papel de representar a los cientos de menores que son atendidos cada día en el Hospital Nacional de Niños (HNN). Recorrió su comunidad sentada en un coche especial recolectando dinero.
Bajo el brazo llevaba la alcancía de papel que ella misma hizo con la ayuda de su maestra.
Hoy, Cripzy entregará ese dinero con la ilusión de que otras personas sigan su ejemplo. Ella se siente emocionada de contribuir con la meta de recaudar ¢550 millones, con los que se equiparán las áreas de Neonatología (donde se atienden los menores de 28 días) del HNN y del Hospital Monseñor Sanabria, en Puntarenas.
“Yo quiero que los bebés estén felices. Quiero que los bebés como mi primita Naomi, que está enfermita, se curen para que vayan todos a la Teletón”, comenta la niña de cinco años.
Además de estos dos centros hospitalarios, el Hospital de Pérez Zeledón también espera beneficiarse con la colecta. En este caso, se compraría equipo básico para la atención de pequeños.
La pequeña ha estado internada en el hospital reiteradas veces a causa de una enfermedad muscular que le impide sostener por sí sola las extremidades, cabeza y torso. Este mal se llama distrofia medular espinal degenerativa.
“Me ponían una manguerita en la nariz con una maquinita (nebulizador) porque estaba enfermita, y me punzaban por todo lado”, narra mientras su dedo imita pinchazos de inyecciones por el cuerpo. “Pero ya casi no me enfermo porque soy muy fuerte”, asegura.
A pesar de su enfermedad, Cripzy tiene una gran habilidad para los videojuegos. Cuando
Además del Nintendo, su madre, Cinthya Zúñiga, cuenta que se entretiene jugando con un celular mientras está en terapia física.
La niña afirma que algunos ejercicios de la terapia le duelen, pero le gusta ir porque le hace bien y puede jugar con el celular.
La terapia física que recibe Cripzy le ayuda a estirar y fortalecer los músculos. “Ha hecho muchos avances”, comenta su madre. Con esfuerzo, la niña puede mantenerse sentada sin apoyo por lapsos cortos de tiempo.
Su mamá y tres hermanas concuerdan en que es una chica graciosa. “Sale con unas cosas”, dijo su otra hermana Yuditza, de 12 años.
Entre las ocurrencias de Cripzy están imitar la risa y la voz de distintos pitufos, como Pitufo Bromista y Papá Pitufo.
“Tratamos de que todo a su alrededor la haga sentir una niña normal”, sostiene su madre.
Ella cursa maternal en la escuela especial de Puntarenas y recibe clases con una profesora que llega a su hogar. “De tarea tengo coser cositas, escribir y pintar con mi color favorito: el amarillo”, cuenta.