Sí tienen mayor riesgo de ruptura que otros, pero los implantes mamarios de la firma francesa PIP (Poly Implants Prosthéses) no son tóxicos ni cancerígenos.
Esta es la conclusión del informe del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido difundido ayer.
Luego de seis meses de análisis de más de 240.000 implantes, un equipo de médicos, químicos y microbiólogos confirmó que no representan mayor riesgo para la salud.
“No hay evidencia de riesgos significativos para la salud humana. No se necesitan más análisis, ya numerosos análisis en el mundo han dado resultados similares. Las rupturas pueden acarrear reacciones locales, pero no comprometen la salud”, cita el informe.
El reporte añade que estos implantes registran tasas de ruptura de 6% a 12% en cinco años y de 15% a 30% en diez años. Los implantes de la competencia normalmente tienen una tasa de ruptura del 10% en diez años.
Los expertos aconsejan que las mujeres que no se han extraído los implantes, tengan citas médicas una vez al año para descartar rupturas, y, en el caso de rupturas, lo más recomendable es reponerlos.
Sin embargo, el análisis indica que “la presencia de siloxanos (un químico en el implante) no constituye un riesgo para la salud, ni siquiera si hay una ruptura completa del implante. Estos implantes no tienen impurezas y no causan toxicidad en el cuerpo”.
En Costa Rica, el Ministerio de Salud prohibió la entrada de los implantes PIP y la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) retiró desde principios de año los 372 implantes que había colocado en mujeres con cáncer de mama o enfermedades en los senos.