El asma es la enfermedad crónica más frecuente en los costarricenses menores de 20 años.
Incluso, estudios de prevalencia indicaron que, en Costa Rica, el asma tiene la mayor prevalencia (número de casos) en los niños de entre seis y siete años, pues uno de cada tres menores tiene esta condición.
Sin embargo, las hospitalizaciones y la mortalidad por esta enfermedad, más bien, disminuyen.
Datos de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) señalan que, entre 1997 y el 2011, los internamientos bajaron en un 61%, al pasar de 14,9 por cada 10.000 habitantes a 5,7 por cada 10.000.
Además, las muertes en ese mismo lapso se redujeron en un 50%.
Con esto se cumple la meta de la iniciativa global para el asma (GINA, por sus siglas en inglés) de reducir para el 2015 las muertes y las hospitalizaciones en un 50%.
El porqué. Manuel Soto, jefe de Neumología del Hospital de Niños, ve dos razones para este descenso.
La primera es que, antes, la beclometasona –inhalador que desinflama las vías respiratorias– solo podía ser recetada por especialistas, pero desde el 2003 también pueden hacerlo los médicos generales.
La otra razón es que la CCSS comenzó un programa para educar e informar a la población sobre el uso correcto de los medicamentos contra esta enfermedad.
“Hay otros dos factores, que podrían ayudar a bajar aún más las hospitalizaciones en el futuro. La ley antitabaco (dado que el 30% de los asmáticos convive con un fumador); y el reglamento que prohíbe la comida chatarra en sodas escolares, pues esto bajará los índices de obesidad (factor que agrava las crisis asmáticas)”, afirmó Soto.
Los expertos enfatizan la necesidad de llevar los tratamientos preventivos al día.
“Si usted no tiene síntomas, no deje los medicamentos, porque las crisis pueden ser peores después. Los medicamentos preventivos deben tomarse al pie de la letra”, explicó Esteban Vega, del Departamento de Farmacia de la CCSS.