Fumar cigarrillos está asociado con un incremento de 50% en el riesgo de sufrir un infarto entre hombres y mujeres, pero, en comparación con los que no fuman, las mujeres que sí lo hacen tienen más riesgo de sufrir un tipo de infarto menos común pero más mortal que los hombres que fuman.
Así lo dio a conocer la American Heart Association en un estudio publicado en su revista Stroke, donde especifica que las fumadoras tienen 17% más riesgo que los fumadores de sufrir un infarto hemorrágico.
Esto podría ser debido a las hormonas y a cómo la nicotina impacta las grasas en la sangre, dicen los investigadores en el sitio de la asociación.
Parece ser que las grasas, el colesterol y los triglicéridos aumentan en mayor medida en las mujeres que fuman en comparación con los hombres que fuman, lo que incrementa su riesgo de enfermedad cardiaca coronaria en mayor medida, conjeturó Rachel Huxley, autora principal del estudio.
Para llegar a estos resultados, los investigadores compararon los datos de más de 80 estudios internacionales que fueron publicadas entre 1966 y 2013.
Los científicos también vieron que, en comparación con los hombres que fuman, el riesgo para las mujeres que lo hacen es 10% más alto en los países occidentales.
Consideran que esto puede ser producto de una mayor exposición acumulada al tabaco.
El estudio también encontró evidencia de que los hombres y las mujeres que fuman pueden reducir significativamente el riesgo de tener un infarto al dejar de fumar.