Con una misa solemne celebrada por sacerdotes salesianos del país, Costa Rica despidió ayer en forma sentida las reliquias insignes del santo italiano Don Bosco, que esta semana recorrieron centros educativos y templos del país.
La ceremonia en honor a sus restos se celebró a partir de las 11 a. m. en la iglesia Don Bosco, en el barrio josefino del mismo nombre.
La eucaristía atrajo a cientos de fieles, entre ellos exalumnos de colegios de la orden salesiana y adultos mayores. Además, destacó la presencia de costarricenses que asistieron a misa por la curiosidad de ver la urna con la réplica de la imagen de San Juan Bosco, el calco de su rostro y el brazo derecho de este santo italiano.
San Juan Bosco fue un educador católico y escritor italiano del siglo XIX y hoy es venerado por su ejemplar labor con los jóvenes del mundo. Él instauró la orden salesiana, que este año celebra 150 años.
Durante la misa, monseñor Óscar Fernández, de la diócesis de Puntarenas, destacó la labor de Don Bosco y retomó la necesidad de que el país voltee la mirada hacia la enseñanza de los valores que este santo promovía como la caridad, la solidaridad y la bondad. Además, citó la necesidad de que padres, hijos y educadores mejoren los canales de comunicación entre ellos y aprendan a conversar y compartir.
Al consultar su opinión, el sacerdote salesiano Carlos Chiú aseguró que estaba impresionado. “La respuesta del pueblo costarricense desde que Don Bosco llegó al país ha sido impactante. Espero que el mensaje de Don Bosco deje una huella en estos momentos de violencia en centros educativos”, dijo.
Aunque se tenía previsto que la urna del Santo partiera ayer por la tarde rumbo a Nicaragua, las malas condiciones climáticas obligaron a las autoridades a cerrar operaciones en el aeropuerto Tobías Bolaños de Pavas cuando la imagen ya estaba lista.
Se espera que las reliquias dejen el país hoy a primera hora.