Hacer ejercicio durante el embarazo no solo ayuda a la mujer a mantener una buena condición física y psicológica, también ayuda a mejorar la salud cardiovascular de su bebé.
Esto hará que el bebé nazca con un corazón más fuerte, y que su circulación también mejore.
Esto no solo lo impacta en su salud en la niñez, esta fortaleza mayor se mantiene hasta la vida adulta, siempre y cuando la persona no tenga un consumo muy alto de grasas saturadas.
Así lo señala un estudio de la Universidad Estatal de California publicado esta semana en la revista Experimental Physiology .
“Demostramos que la salud vascular y de los músculos sí se altera hasta la vida adulta cuando la madre ejercitó durante el embarazo”, manifestó en un comunicado de prensa Sean Newcomer, uno de los investigadores.
El estudio. Para llegar a estas conclusiones, los investigadores utilizaron dos grupos de estudio.
El primero fue de cerdos, pues su salud cardiovascular se comporta de forma muy similar a la de los seres humanos.
El segundo grupo fue ya mujeres embarazadas.
A ambos grupos se les hizo ejercitarse entre 20 y 45 minutos a diario. Los ejercicios fueron primordialmente cardiovasculares.
El análisis en cerdos demostró que las crías nacían con mejor salud cardiovascular y que ésta se mantenía al llegar a la vida adulta.
En los humanos, los bebés nacieron con buena salud cardiovascular. No obstante, debe esperarse aún más tiempo para saber cómo será esto al llegar a la vida adulta.
“La actividad física puede tener diferentes resultados según el tipo de actividad, la duración, la intensidad y la frecuencia de la rutina, por eso el tema debe seguirse estudiando”, afirmó Newcomer.
Con medida. No cualquier ejercicio está diseñado para las mujeres embarazadas, sobre todo para quienes no están acostumbradas a ejercitarse y desean comenzar su rutina mientras esperan un bebé.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda 150 minutos de actividad física a la semana, separados en sesiones de 30 minutos durante diferentes días.
Según el educador físico Felipe Piedra, si la mujer no está acostumbrada a realizar ejercicios es mejor que no haga ejercicios con peso a no ser que tenga a su lado un instructor que le guíe.
Otros ejercicios, como el caminar rápido, nadar, trotar, yoga o bailar son buenos para cada mujer. Sin embargo, antes de comenzar una rutina es bueno consultarlo primero con el médico y después con un profesional en deporte o movimiento humano.
“Eso sí, si la mujer se siente mal debe frenar y consultar con un profesional para que la guíe bien”, aseveró Piedra.