Dormir mal o no descansar lo suficiente podría pasarle la factura al organismo mediante su sistema inmunológico o de defensa.
Una investigación realizada entre la Universidad de Surrey, en Inglaterra, y el Centro Médico Universitario de Rotterdam, en Holanda, indica que quienes duermen menos de ocho horas diarias tienen mayor riesgo de contraer resfríos y padecer otras enfermedades como la artritis.
El estudio, publicado en la revista Sleep y realizada con pacientes del Reino Unido y Holanda, indica que nuestro cuerpo reacciona de igual forma ante la falta de sueño y un episodio de estrés.
Descanso. El reporte indica que la alteración del tiempo de descanso afecta el sistema de defensa del ser humano, especialmente en los glóbulos blancos, que son las células encargadas de proteger al organismo contra sustancias extrañas o agentes infecciosos.
De este modo, quienes duermen menos tienen mayor riesgo de contraer gripe e incluso de mostrar padecimientos como artritis o inflamación de las articulaciones.
“La falta de un tiempo de descanso adecuado, disminuye el ritmo y la respuesta de los glóbulos blancos, lo que hace que el organismo cuente con menos mecanismos que lo protejan de agentes infecciosos”, indica la publicación médica.
Buen dormir. El especialista tico en trastornos del sueño Ariel Miremberg recomienda que antes de ir a dormir no se coma en exceso, ni tampoco se consuma alcohol o bebidas que contengan cafeína.
“También es importante definir horarios para ir a la cama y respetarlos regularmente”, indicó el especialista.
Paula Llobet, especialista en trastornos del sueño, indicó en una entrevista anterior que son muchos los factores que influyen en un buen sueño.
Según Llobet, por ejemplo, la mayoría de los costarricenses necesitan un despertador para levantarse y eso no es buen dormir.
Otros de los que dicen que pasan con mucha energía, seguramente necesitan café, gaseosas con cafeína, té o algo similar para mantenerse sin sueño durante el día, prosiguió. Eso tampoco puede calificarse como sueño de calidad.
“Hay gente que duerme lo que puede, no lo que debería dormir. Duermen lo que pueden porque estudian o trabajan, llevan una casa, tienen hijos y no todos pueden dormir la cantidad de horas necesarias para tener una buena calidad de vida”, agregó Llobet.