María Bernarda Vargas Segura, maestra pensionada y defensora de los derechos de los adultos mayores, es la educadora del 2012.
Así lo anunció ayer la Junta de Pensiones y Jubilaciones del Magisterio Nacional, quien otorga desde hace seis años el Premio Carlos Luis Sáenz Elizondo.
Vargas, quien tiene 75 años y es oriunda de Orotina, fue homenajeada por “una vida consagrada, primeramente al servicio de la educación, y posteriormente como jubilada se ha entregado al servicio de la sociedad costarricense”.
“Este premio ha sido una alegría muy grande. Significa mucho después de 25 años de pensionada. Celebro que sea un honor que puedo disfrutar en vida, no que se lo hacen a uno cuando ya está muerto”, expresó la educadora Vargas.
Entre otras cosas, ella impartió clases por 28 años en sitios donde no había transporte ni agua, como Salinas de Esparza, Jesús María y Maderal de San Mateo, Barroeta de Atenas, Jacó y Herradura de Garabito. “En ese entonces teníamos grupos mínimo de 25 personas, dos o tres grupos por año. Haga el cálculo de cuántos alumnos he tenido en mi vida”, comentó complacida.
A Marita, como es conocida en su pueblo, se le reconoce también su aporte para la legalización del Hogar de Ancianos Presbítero Jesús María Vargas Vásquez, de Orotina. “Esto era para que pudiera manejar recursos del Estado y ayudar a estos señores”, explicó quien es coordinadora de la Red de Cuido de Orotina, donde son atendidos 87 adultos mayores.
También se interesó con insistencia en lograr que a los educadores jubilados no se les rebajara dinero para sostener el régimen de pensiones del Magisterio.