Costa Rica es uno de los países más felices del planeta con el puesto 12 de un ranquin mundial de la ONU, el cual mide cuán dichosas son las naciones. En Latinoamérica, Costa Rica incluso es el líder.
Sin embargo, el análisis señala también que, en el plano individual, existe múltiple evidencia científica de cómo es que la salud mental es el factor determinante para definir si una persona es o no feliz, y ahí, pese a la buena nota de Costa Rica, el país tiene aún sus deudas. Este año, Costa Rica repite el puesto del 2012 en este segundo informe de la ONU –sin nexo con el índice Happy Planet de la Fundación Nueva Economía–.
Con la posición 20 en el informe del 2013, Venezuela figura como el segundo país latinoamericano más feliz .
La nación que encabeza la lista de felicidad es Dinamarca, seguida de Noruega, Suiza, Países Bajos y Suecia con un puntaje promedio de 7,6 en una escala del 0 al 10. Costa Rica tiene 7,2.
Individualmente, la felicidad se vincula a la buena salud física y mental, la estabilidad laboral y el bienestar familiar, los cuales se vuelven cruciales a la hora de sonreír, señala el análisis. En cambio, la libertad política, la independencia para tomar decisiones y la ausencia de corrupción se vuelven incluso más importantes que la riqueza al explicar el bienestar de una nación.
Al insistir en que los actores políticos deben considerar la felicidad individual al crear políticas públicas, el documento denuncia que, incluso en países ricos, menos de un tercio de personas con trastornos mentales es atendida.
“Existen tratamientos buenos y rentables para la depresión, trastornos de ansiedad y la psicosis. La felicidad mundial se incrementaría enormemente si fueran más accesibles”, dice el texto.
Deudas del país. Si bien hay diversas variables que influyen en la felicidad (genética, personalidad, relaciones), la salud mental es el factor clave y ahí es donde Costa Rica podría mejorar su dicha.
El país, por ejemplo, carece de un estudio epidemiológico que sirva de insumo para conocer cómo anda la mente del costarricense.
Una encuesta reciente de Unimer para La Nación señala que, aunque el 86% de ticos se declara satisfecho y feliz con su vida, el panorama se invierte al consultarse si alguna vez ha estado deprimido, malhumorado o agotado.
Seis de cada diez se ha sentido deprimido alguna vez. Ocho de cada diez han estado estresados y 20% de los 1.200 consultados por empresa encuestadora ha contemplado la posibilidad de suicidarse.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), para el 2030, los trastornos mentales representarán 35% de la carga económica global por enfermedad y la depresión la primera causa mundial de años perdidos por discapacidad.
En Costa Rica, la depresión ya es la primera causa de incapacidades. En el 2012, la Caja Costarricense de Seguro Social erogó más de ¢3.000 millones por depresiones. De todo el gasto en salud, aquí se invierte el 3% a la atención mental, el 67% de ello se va a hospitales psiquiátricos; un balance que podría apagar sonrisas.