El asma es una de las enfermedades crónicas más comunes en Costa Rica, pero, además, nuestro país ocupa uno de los primeros lugares en prevalencia de este mal en el orbe.
Más del 28% de los menores de 15 años padece este mal (más de 500.000), el doble de la cifra de países vecinos como Nicaragua u Honduras. Incluso, Costa Rica es el país con mayor prevalencia de asma en el mundo en los niños entre los seis y siete años, con un 32,1%.
Esta enfermedad, caracterizada por dificultad para respirar, ahogo y tos, disminuye conforme la edad del paciente aumenta.
Por ejemplo, la población más susceptible a hospitalizarse tiene entre 5 y 14 años de edad, y en las personas mayores de 33 años la prevalencia varía entre 5% y 10%.
Bajo control. El asma es una enfermedad que requiere un control permanente. Todo paciente debe tener un entorno limpio, libre de ácaros y polvo que le permita respirar más libremente.
Si la persona está bajo tratamiento médico, debe cumplirlo al día. Los medicamentos “de rescate” como el salbutamol solo deben usarse en caso de crisis.
No obstante, hay buenas noticias. Manuel Soto, jefe de Neumología del Hospital de Niños, dijo que las hospitalizaciones por asma se redujeron 70% entre 2003 y 2011.
Esto es así porque en 2003 se dispuso que todos los médicos generales podían recetar beclometasona, medicamento para prevenir crisis asmáticas que antes solo podían manejar los neumólogos.
Además, ese mismo año se estableció un protocolo de atención que presta mayor atención a la prevención de la crisis, y se crearon clínicas del asma en todo el país.