Las autoridades de salud chinas y la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmaron ayer otros dos casos de la nueva cepa de gripe aviaria AH7N9.
Con esto, los contagios confirmados en laboratorio son ya 18 y las muertes siguen en seis. De las 12 personas que permanecen con vida, diez tienen una infección grave y dos presentan síntomas leves.
Las zonas que han resultado más afectadas hasta el momento por esta enfermedad son Shanghái y la provincia de Anhui.
Ante esta situación, las autoridades de salud y las de salud animal en China toman medidas.
Entre las acciones se encuentran sacrificar a las aves de corral de donde han salido casos sospechosos y tener bajo vigilancia a más de 530 personas que han tenido contacto con algún caso sospechoso de la enfermedad.
Además, se prohibió el comercio de aves de corral en China.
Pandemia descartada. La OMS sigue de cerca la evolución de la enfermedad. Sin embargo, la situación aún no es de alerta mayor.
En este momento, los casos son aislados y no se registran pacientes contagiados por otra persona, pues todos los casos fueron infectados por aves o por los fluidos corporales de estas.
La OMS descartó desde el pasado miércoles un riesgo de pandemia debido a que el virus no se ha transmitido entre personas.
Por este motivo, las autoridades de salud todavía no recomiendan el cierre de fronteras en los poblados afectados, ni tampoco realizar tamizajes a los habitantes de las zonas que no hayan tenido contacto con aves.
Sin embargo, los especialistas en el tema son enfáticos en que debe conocerse la forma de infectar y actuar que tiene este virus.
La OMS también fiscaliza avances con laboratorios de investigación para conseguir una vacuna contra esta gripe.
Por el momento, las aves de corral en China son vacunadas contra la gripe AH5N1, el tipo más común de gripe aviaria y cuyo patógeno tiene algunas similitudes con este nuevo virus.
Según información de la OMS, la influenza AH5N1 dejó 360 muertes en el mundo entre el 2003 y el 12 de marzo del 2013.