La investigación, publicada en la revista
Los científicos hallaron que una dieta baja en calorías estimula una molécula de proteína, la CREB1, que a su vez activa una serie de genes relacionados con la longevidad y la buena función cerebral.
De hecho, los efectos beneficiosos de una dieta hipocalórica sobre el cerebro desaparecen si los ratones carecen de esta molécula.
“Por primera vez hemos identificado un importante mediador de los efectos de la dieta sobre el cerebro”, señaló Giovambattista Pani, del Instituto de Patología General, uno de los autores principales del estudio.
Según Pani, el descubrimiento “tiene importantes implicaciones para el desarrollo de futuras terapias para mantener el cerebro joven y prevenir su degeneración y el envejecimiento”.
Otros científicos habían descubierto anteriormente que los ratones que siguen una dieta muestran mejores habilidades cognitivas y de memoria, menor agresividad, y tienden a evitar o retrasar la enfermedad de Alzheimer, pero no sabían la razón.
Para este estudio, los científicos dividieron a los ratones en cuatro grupos. A un grupo le dieron una dieta con el 70% de las calorías, a otro lo sobrealimentaron, al tercer grupo le bajaron las calorías, pero le eliminaron la proteína CREB1, y al cuatro grupo le eliminaron la CREB1 y lo sobrealimentaron.
Al cabo del tiempo, los ratones que estaban a dieta, pero que no poseían la CREB1 tenían el mismo deterioro mental que quienes eran sobrealimentados, y quienes eran sobrealimentados y no tenían la CREB1 tenían un deterioro mayor.
“Nuestros hallazgos identifican por primera vez un importante mediador de los efectos de la dieta en el cerebro”, explicó Pani.
“Ahora sabemos que la CREB1 regula las funciones importantes del cerebro que controlan la memoria, el aprendizaje y la ansiedad, y su actividad se reduce o se ve comprometida por el envejecimiento fisiológico”, indicó el estudio.
Para los investigadores, este hallazgo podría llevar a la obtención de nuevos medicamentos.
“Esperamos hallar una forma de activar la CREB1, por ejemplo, con nuevos fármacos, para mantener el cerebro joven sin necesidad de una dieta estricta y así evitar deterioros cognitivos”, dijo Pani.