El grisáceo color del cielo y la llovizna no desalentaron a las 1.500 personas que caminaron ayer por los alrededores de La Sabana en protesta contra la violencia infantil.
Familias completas, con perro incluido, iniciaron su cruzada a eso de las 9:20 a.m. Esta es la tercera ocasión que se realiza esta actividad, que data del 2009.
La caminata, cuyo lema fue “No más lágrimas”, fue convocada por el Hospital Nacional de Niños ante el aumento de casos de agresión a niños y niñas en la última década.
“Esta es nuestra protesta contra la insensibilidad social y la minimización de un problema”, dijo Rodolfo Hernández, director de este centro hospitalario.
Según Hernández, los casos de violencia infantil han crecido un 700% en los últimos diez años. Solo en el 2010, este hospital atendió a 2.576 niños y niñas por maltrato, negligencia o agresión.
“Los adultos somos responsables de poner sonrisas en los rostros de nuestros hijos”, expresó Gisela Flores quien caminó junto a su esposo Mauricio Ledezma y su pequeña hija Gimena.
¿Cómo hacerlo? La viceministra de Obras Públicas y Transportes, Maristella Vaccari, dio un ejemplo: “Usar el dispositivo de seguridad en el carro es un acto de amor. De esta forma estamos cuidando a nuestros hijos y no somos negligentes”.
Otro tema es disciplinar sin lágrimas. “La disciplina se logra con reglas claras y no con castigos violentos. Se logra inculcando valores y respeto”, dijo Fernando Marín, ministro de Bienestar Social.
Eugenia Ocampo, directora de Aldeas Infantiles SOS, coincidió con Marín y agregó: “Se trata de saber escuchar y pensar que los niños son personas que sienten”.
¿Cuál lección quisiera que su hijo aprendiera de esto? “Que se puede vivir sin violencia y que sí existe un mundo mejor”, dijo Édgar Araya mientras empujaba el coche del pequeño Juan Pablo. A su lado, caminaban su esposa e hija.
Como actividades de cierre se realizaron conciertos con la Orquesta Sinfónica Infantil y Escats.