Los casos de la nueva gripe aviaria AH7N9 en China suman 21.
Las autoridades de salud de ese país y la Organización Mundial de la Salud (OMS) informaron ayer de tres nuevos casos.
El primero de estos tres pacientes es un hombre de 59 años que vive en Shanghái y está en condición crítica. El segundo es un paciente de 55 años de la provincia de Anhui, quien se encuentra estable, y el tercer paciente un hombre de 67 años de Shanghái, quien tiene una infección leve.
Las muertes se mantienen en seis. De los pacientes, 12 están tienen una infección seria y tres una infección leve.
Las autoridades de salud insisten en que, aunque la vigilancia se mantiene, los casos aún son aislados y no se registran casos en los que una persona contagie a otra, por lo que no se corre el riesgo de una pandemia.
Medidas. La situación no es de emergencia, pero el informe de la OMS destaca que las autoridades de salud se mantienen vigilantes por si la situación cambia.
Además, al tratarse de un nuevo virus no puede saberse cómo actúa, diferentes laboratorios médicos analizan su actividad y valoran si es necesario tomar acciones para el desarrollo de una vacuna.
Por otra parte, el Ministerio de Salud chino continúa con la vigilancia de 530 personas que estuvieron en contacto con casos sospechosos de la enfermedad.
Por su parte, las autoridades de salud animal colocaron desde el viernes pasado trampas especiales para las palomas en los parques, con el fin de determinar si estas también podrían portar el virus y contagiarlo al ser humano.
Otra de las medidas es que las aves de corral en China son vacunadas contra la gripe AH5N1, el tipo más común de gripe aviaria y cuyo patógeno tiene algunas similitudes con este nuevo virus.
También se han sacrificado las aves sospechosas de contagiar a los 21 casos de la enfermedad.