El rito de consagración, poco conocido en nuestro país, lo encabezó el obispo José Francisco Ulloa –el 2 de julio– en la catedral de la ciudad de Cartago.
No es la primera vez que mujeres ticas deciden participar en esa Orden. Carlos Oreamuno, comunicador de la diócesis de Cartago, explicó que hace unos 10 años se había hecho otra ceremonia similar, pero de carácter privado. “No es sino hasta ahora que trasciende más y se realiza de manera más pública”, puntualizó.
Los nuevos miembros son Ana Ligia Serrano, Fanny Morales, Gloriana Matamoros y Cecilia Rojas.
Según el obispo, ellas son consideradas ahora como “esposas de Cristo” y, debido a esa designación, su labor será apoyar a la Iglesia católica, impartiendo catequesis, leyendo el Evangelio, así como “atendiendo niños y ancianos desamparados en sus comunidades”.
Su participación en la vida de la Iglesia puede complementarse con el ejercicio de otro tipo de trabajos en la comunidad donde viven. No obstante, como parte de los compromisos asumidos, ellas no podrán casarse ni tener hijos.
“Para ser parte de esta orden tienen que renunciar al sacramento del Matrimonio y mantener su virginidad”, destacó Oreamuno.
Aclaró que integrar dicha orden es acto voluntario de fe. A ellas no se les hace ningún tipo de análisis o comprobación médica.
Al finalizar el acto, a todas ellas se les entregó, por parte del obispo Ulloa, un velo y un anillo que simbolizan su compromiso y fidelidad a la Iglesia católica .