Los bebés ticos no son los únicos que carecen de la leche materna como único alimento durante sus primeros seis meses de vida.
Un estudio realizado con 1.172 mujeres estadounidenses halló que el ingreso de las madres al trabajo luego del parto, hace que sea casi imposible que mantengan un periodo de lactancia ideal.
Esto es aún más difícil en un país donde no hay licencia de maternidad para los primeros tres meses de nacidos, por lo que muchas mujeres retornan a sus puestos laborales cuando su hijo tiene un mes.
El reporte, publicado en la revista Journal of Human Lactation , señaló que el 28,8% de las madres ni siquiera lograron amamantar durante los primeros tres meses.
Los investigadores hallaron que las mujeres que retornaron a un trabajo de tiempo completo antes de que el bebé tuviera seis semanas de nacidos, tenían 2,25 menos veces de posibilidades de lograr su meta de lactancia, en comparación con quienes se quedaron al menos tres meses en casa.
Por otra parte, aquellas que volvieron a laborar entre seis semanas y tres meses después del parto, tenían un riesgo 1,82 veces mayor de no lograr su meta, en comparación con quienes permanecían en casa tres meses o más.
Finalmente, quienes trabajaban medio tiempo no tuvieron problemas para amamantar a su hijo todo lo que quisieron.
“Apoyar que una madre regrese al trabajo cuando su hijo es un poco mayor o que regrese a laborar solo por horas durante los primeros meses, les ayudará a las mujeres a alcanzar sus metas de lactancia”, cita el documento.
Esfuerzos. ¿Cómo lograr que las mujeres sí amamanten a sus hijos al menos durante los primeros seis meses de vida?
Un estudio, publicado en junio en la revista Breastfeeding Medicine , señaló que los mejores esfuerzos son los que comienzan desde el embarazo.
Según el reporte, si la mujer reconoce la importancia de la lactancia desde antes del nacimiento de su retoño, será más propensa a darle de mamar.
Otra de las estrategias más eficaces –de acuerdo con esa nota– consiste en explicarles a las mujeres la forma correcta de colocar al bebé para que la leche pueda salir más fácilmente, pues este es uno de los principales problemas a la hora de amamantar.