Una sola dosis por la vía nasal de la hormona oxitocina mejora la función cerebral y la calidad de las interacciones sociales en niños que padecen algún trastorno del espectro autista.
Así lo reveló un estudio realizado por investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad Yale publicado en la revista Actas de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos.
Los trastornos del espectro autista –como el autismo y el síndrome de Asperger– se originan por un inadecuado desarrollo de la estructura del cerebro. Se presentan a muy temprana edad y los pacientes que los padecen tienen graves dificultades en las interacciones sociales y problemas de comunicación. Tienen comportamientos repetitivos e intereses muy limitados.
Por medio de imágenes de resonancia magnética funcional, los investigadores monitorearon la actividad cerebral de 17 niños entre los 8 y los 16 años a los cuales se les aplicó, al azar, una única dosis de oxitocina por la vía nasal y un placebo.
La oxitocina es una hormona que se produce de manera natural en el organismo y que cumple varias funciones entre ellas estimular las contracciones del útero a la hora del parto y facilitar la lactancia pues se libera cuando el bebé succiona el pezón de la madre. En el cerebro, actúa como un neurotransmisor y estimula las zonas asociadas con las habilidades sociales. “Encontramos que los centros cerebrales relacionados con la recompensa y el reconocimiento de las emociones respondieron mejor cuando a los niños se les suministró oxitocina en vez de placebo”, explicó la investigadora principal Ilanit Gordon del Centro de Estudios Infantiles de Yale.
El estudio demostró que la oxitocina intranasal aumenta la actividad en un conjunto de estructuras neuroanatómicas involucradas en el procesamiento de estímulos sociales.
Según explicó el neurólogo pediatra David Luna, varios estudios anteriores habían comprobado que la oxitocina mejoraba la calidad de la interacción social en pacientes con algún tipo de autismo. “Es importante señalar que medicamentos de uso frecuente en el tratamiento del autismo y el Asperger como la ritalina (metilfenidato) también aumentan la oxitocina y la dopamina de modo que los pacientes presentan una mejoría en sus habilidades de socialización”, opinó Luna. Según el médico, este estudio podría dar luz sobre un nuevo tipo de medicamento de acción más rápida y efectiva.