Blanca Pérez Hernández tiene 71 años y hoy disfruta de algo que siempre quiso: leer.
Esta mujer, oriunda de El Rey, Puriscal, comenzó su alfabetización apenas hace tres años en la Escuela Nocturna Jesús Robles, de Cartago, ciudad donde vive desde hace más de 30 años.
“Siempre quise leer, pero mi mamá era muy pobre, viuda y con ocho hijos. Cuando tenía 12 años me animé a ir a la escuela, pero solo fui 15 días porque tenía que caminar por un montazal, lleno de animales, y a mi mamá le daba miedo que me matara un animal. Pero no me di por vencida, quería leer”, dijo.
Como ella, diez adultos más que aprendieron a leer recibieron un homenaje anoche por parte del Ministerio de Educación Pública (MEP) con motivo del Día Mundial de la Alfabetización.
Motivación. El tributo, realizado en el Centro Nacional de Patrimonio, en el centro de San José, reunió también a jóvenes mayores de 16 años que habían dejado los estudios y los reanudaron.
“Nosotros vemos de todo, desde gente que nunca había estudiado hasta personas que habían dejado los estudios y los retoman ahora que son papás, para ayudarles a sus hijos a estudiar”, comentó Patricia Zamora, asesora nacional de educación de adultos.
Para quienes no sabían leer, poder estudiar a su ritmo, con una educación adaptada para personas adultas, es vital.
“Llegar a la escuela fue lo mejor que me pudo pasar. Ya puedo escribir como siempre quería y puedo leer el periódico, y hasta la Biblia. Me compré una Biblia y ya puedo leerla de corrido y entender lo que dice”, destacó Pérez.