El parque Mario Cañas Ruiz, de Liberia, Guanacaste, se convertirá en un moderno punto de encuentro que ofrecerá a la comunidad Internet inalámbrico gratuito, un área para conectar dispositivos móviles como computadoras y teléfonos celulares y un diseño que fomentará la interacción de los habitantes.
Así lucirá ese sitio público luego de una remodelación a la que será sometido a partir de este año, en función de los usuarios, pero sin que pierda la esencia que lo caracteriza como una obra arquitectónica de inicios del siglo XX.
Juan Diego Víquez, arquitecto a cargo del proyecto, expresó que el nuevo concepto se caracterizará por recorridos dinámicos, manejo de texturas y mobiliario enfocado en los visitantes.
"El diseño del proyecto busca incluir más color al parque, con aspectos paisajísticos como árboles y vegetación autóctona liberiana", afirmó.
Alhajas comunitarias
Además de las facilidades tecnológicas y de uso del espacio, el remozamiento de este parque también incluye a uno de los tesoros más preciados de los liberianos: el quiosco ubicado en el centro del parque, declarado patrimonio histórico arquitectónico por el Ministerio de Cultura en el 2004.
"El parque será completamente nuevo, con una nueva disposición del espacio, pero respetando el quiosco como un elemento central y las características originales del lugar; eso sí, atendiendo a los requisitos modernos", explicó el alcalde local, Julio Viales.
El quiosco es de estilo vernacular, un concepto que alude a lo propio, a lo relativo al pueblo. Parte de los elementos característicos de esta tendencia son el basamento (la base, las gradas sobre las que se ubica) de concreto; las columnas de madera, la cubierta de este mismo material y el laminado de metal.
Tal y como ocurre con el resto de edificios históricos liberianos, esta estructura –de forma octagonal– deja ver en su estilo cierta influencia española.
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El proyecto de restauración del parque también revivirá al centenario pozo que abasteció de agua a los pobladores durante la época colonial. Por medio de un sistema de energía solar, este irrigará los jardines del Bulevar 25 de Julio –el de ingreso a Liberia– y los del Museo de Guanacaste, que funciona en el edificio del antiguo cuartel de la localidad.
Según Viales, el refrescamiento se realizará de manera que el nuevo parque armonice con el resto de edificios patrimoniales que caracterizan a la Ciudad Blanca. Entre estos, el cuartel, la antigua Gobernación, la Ermita del Señor de la Agonía y la Escuela Ascensión Esquivel Ibarra.
Sin fecha de inicio
Esta propuesta de remodelación se encuentra en la primera etapa, que consta de la elaboración del anteproyecto, los planos constructivos y el presupuesto para echar a andar las obras. La fase inicial está a cargo del Instituto de Fomento y Asesoría Municipal (IFAM), por medio de un contrato de asistencia técnica solicitado por el municipio liberiano.
Aunque todavía no hay fecha de inicio definida, Viales comentó que la reconstrucción del parque depende de que los planos estén listos –en unos tres meses– más otros seis meses, tiempo en que él contempla que concluiría toda la remodelación.
El dirigente municipal comentó que la obra completa costaría alrededor de ¢300 millones, de los cuales ¢35 se destinarían a las mejoras del quiosco, mientras que ¢17,9 millones ya se invierten en los planos.
En esta primera parte de la iniciativa se realizan entrevistas a los vecinos, quienes opinan cómo quieren que sea el nuevo parque.
Preciado punto de encuentro
Érick Chaves, arquitecto del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos) y restaurador de edificios históricos, sobre todo en Guanacaste, aseguró que el parque de Liberia es aún epicentro de reunión social y cultural.
Prueba de ello, profundizó el experto, son las inmortales retretas y los recreos que todavía se realizan ahí. En ambas actividades, la banda local –que en el pasado fue la banda militar– interpreta música popular y convoca a los vecinos en el parque.
Estas pintorescas actividades tienen lugar, al menos cada 15 días, los miércoles y los domingos. Ambas son muy similares; se les llama diferente porque se realizan en horarios distintos: los recreos, de 3 a 4 p. m., mientras que la retreta, a las 7 p. m.
Este sitio público luce la tradicional estructura de los parques coloniales costarricenses, diseñados con un quiosco como eje central y un sistema de calzadas de concreto que confluyen en ese punto. Todo rodeado de zonas verdes.