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Gerardo Conejo se emocionó al bailar al ritmo de la orquesta de Lubín Barahona. En los alrededores, otros se conformaron con mirar. | MELISSA FERNÁNDEZ
Más respeto: ¡doscientos años no se cumplen todos los días! Eso se celebra con pasión, con orgullo y, también con mucho ritmo.
Con esta consigna en mente, decenas de parejas menearon ayer sus años para celebrar el bicentenario de la ciudad capital.
El título a San José le fue otorgado por las Cortes de Cádiz el 18 de octubre de 1813.
Por eso el parque Morazán, en pleno corazón josefino, se convirtió en el punto neurálgico del paso doble, el bolero, el son y otros ritmos tropicales como merengue y salsa.
El Templo de la Música resguardó a los suyos y, como si fuera una coreografía ensayada, las melodías guiaron los pies de los presentes: bailarines y curiosos atraídos por la reunión al aire libre.
Para el evento, algunos se armaron con sombrillas, otros, más bien se desarmaron y decidieron no resistirse y solo disfrutar de la tarde y el momento.
Si se lo perdió , aún está a tiempo de celebrarle a San José. Anímese. Desayune en el Mercado Central, tómese un cafecito ahí por el Correo Central, siéntese en la plaza de la Democracia...
El tiempo sigue su marcha.
