Inmuebles de escuelas, hospitales, casas particulares, estaciones de tren, instituciones estatales, locales comerciales y hasta tanques de agua exhiben la elegante sencillez de la corriente arquitectónica art déco.
La Costa Rica de los años treinta del siglo XX vio emerger una gran cantidad de edificios con este estilo, surgido en Europa alrededor de 1914.
La sede en Costa Rica del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos) dedica su calendario del 2016 a edificios art déco que sobreviven en varias provincias.
“En el 2005 publicamos un calendario dedicado al art déco en la ciudad de San José.
”En esta ocasión retomamos el mismo estilo, pero lo extendimos a todo el territorio nacional”, destacó Guillermo Barzuna, investigador de Icomos.
Ruptura. La aparición del art déco estuvo fuertemente relacionada con la expansión de las clases medias urbanas.
“Costa Rica, en especial su ciudad capital, tan occidental en su economía, su cultura y su apariencia como había sido desde el siglo XIX, no pudo ni quiso quedar al margen de eso en el XX, sobre todo en los años treinta, década déco por excelencia aunque provinciano, austero, limitado en su escala y en su esquema”, escribió el arquitecto e investigador Andrés Fernández en su artículo “Barrio México: art déco”, publicado en la revista Herencia de la Universidad de Costa Rica.
Ese popular barrio, ubicado al noroeste de San José, es un rico muestrario de dicha corriente arquitectónica, con edificios emblemáticos como la botica Solera y el antiguo cine Líbano.
Los diseños arquitectónicos del art déco se caracterizan por ser abstractos, puros y sobrios. Destacan los patrones geométricos con figuras como círculos, triángulos y rectángulos así como líneas rectas, en zigzag o en diagonal. Algunos arquitectos exponentes de esta corriente en el país fueron Paul Ehrenberg, Luis Llach, Ferdinand Gabrielle, Daniel Domínguez Párraga, así como los nacionales José Francisco Salazar y José María Barrantes. Este último es autor de un sinnúmero de edificios para centros educativos, como las escuelas República de Argentina (barrio México), Jesús Jiménez (Cartago), Pilar Jiménez (Goicoechea), Cleto González Víquez (Heredia) y Jorge Washington (San Ramón de Alajuela).
Las edificaciones art déco también ilustran la tecnología constructiva de la época, con materiales como el concreto armado, hierro forjado y amplios bloques de vidrio. Fue precisamente durante los gobiernos de Ricardo Jiménez Oreamuno (1932-1936) y León Cortés Castro (1936-1940) que se construyó gran cantidad de edificios públicos e infraestructura vial siguiendo este estilo.
El calendario tiene un precio de ¢6.000 y se puede comprar en la Librería Universitaria de la Universidad de Costa Rica, ubicada en la calle de la Amargura. También está a la venta en las instalaciones de Icomos, al costado sur del templo de La Soledad, en San José.