Varsovia, Polonia
La delegación de Costa Rica aprovechó este miércoles sus tres minutos frente en el plenario de la Cumbre del Clima para dejar claro que el gobierno ha estado invirtiendo dinero en la lucha contra el cambio climático y que, si un país pequeño como el nuestro puede hacerlo, no hay excusa para los demás.
"Costa Rica ha invertido cerca de $500 millones en los últimos 20 años, 80% de los cuales han venido de fondos públicos. No nos digan que no hay dinero para combatir la deforestación y el cambio climático", puntualizó René Castro, ministro de Ambiente y Energía.
El jerarca del Minae agradeció a la comunidad internacional los fondos que Costa Rica recibió del rubro de adaptación. Este es una "etapa" de la lucha contra el cambio climático donde los países intentan adecuar su infraestructura y sociedad para poder recibir los embates del cambio climático.
Castro abogó también por una pronta aprobación de los mecanismos del sistema de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación Foestal (REDD+), que hasta ahora está estancado.
El ministro además señaló que la comunidad mundial debe ampliar su concepto de vulnerabilidad, para que no solo incorpore a países como Filipinas o Bangladésh, que sufren inundaciones y tifones por culpa del cambio climático, sino también otras naciones desarrolladas con problemas de seguridad alimentaria e incluso casos como el tico, donde la fragilidad del ecosistema hace probable la extinción de especies por culpa del calentamiento global.
Las declaraciones de Castro se dieron en la primera rona de intervenciones ministeriales en el plenario de la Conferencia, alrededor de las 11 a. m. hora de Polonia (4 a. m. hora de Costa Rica).
Unas horas antes, a las 4 a. m. hora local (9 p. m. del martes, hora de Costa Rica) 130 países del Grupo de los 77 + China (G77 + China), una organización que reúne a casi todos los países en vías de desarrollo, optó por abandonar la mesa de discusión de daño y pérdidas, uno de los temas más controversiales de la actual cumbre.
El grupo le reclamó a los países desarrollados no tener interés en ayudar a las naciones en vías de desarrollo en su lucha contra los efectos negativos del cambio climático.