Vecinos y ambientalistas se manifestaron la mañana de este lunes 26 de diciembre, en la entrada principal de la Ciudad Deportiva de la Universidad de Costa Rica (UCR), en Montes de Oca, en protesta por la tala de unos 30 árboles ubicados dentro de las instalaciones.
Las especies forman parte de un grupo de entre 75 y 80 árboles que serían derribados para construir el nuevo edificio de la facultad de Odontología, en un terreno que hoy está dedicado al ejercicio y la recreación. Al área se le conoce como finca tres.
Los manifestantes alegan que los árboles autóctonos no solo representan un pulmón dentro de este recinto deportivo sino que, además, complementan el valor biológico del bosque adyacente al terreno, llamado finca cuatro. Ambas propiedades, finca tres y finca cuatro, suman un total de 30 hectáreas y son casa de distintas especies de aves, perezosos, mapaches, entre otros.
"Al talar estas especies en finca tres, ocurriría un desbalance en el escosistema de finca cuatro, que fue catalogada por la Sala IV en el 2000 como bosque", asegura Thelma Carrera, una de las manifestantes.
Ella fue parte de la protesta que se afincó sobre la carretera 202, que comunica San Pedro con Sabanilla.
En agosto de este 2016, la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena) otorgó a la UCR permiso para construir allí el nuevo edificio de Odontología.
Sin embargo, según Miki Bors, otra de las dirigentes de la protesta, los vecinos no pudieron interponer ningún recurso de revisión en los cinco días hábiles que faculta la ley después de girado el permiso por Setena, porque la UCR no colocó los rótulos de rigor en el sitio, informando sobre el proyecto.
Revuelta vecinal
Según Bors, el 15 de diciembre el movimiento vecinal interpuso un recurso de amparo ante la Sala IV para frenar la tala, y este lunes 26 de diciembre presentaron una nueva medida cautelar.
Además del daño ambiental que consideran implicaría la tala, los habitantes también se preocupan por la congestión vial que generaría una nueva clínica en esta zona, caracterizada por la afluencia de vehículos.
"Se instalaría un nuevo edificio de Odontología con todo y los 400 usuarios que tiene al día. Se trata de personas que usarían la línea de buses de Sabanilla, que ya está colapsada. O sea, que las implicaciones no solo serían ecológicas sino también sociales", aseveró Ciska Raventós, otra más de las dirigentes.
En regla
Kevin Cotter, encargado de la Oficina Ejecutora de Planes de Inversión (OEPI) de la UCR, explicó que el proceso de retiro de los árboles se llevó a cabo con normalidad entre el 22 y 24 de diciembre debido a que cuentan con el estudio de impacto ambiental de Setena.
Según comentó, aunque la Universidad no ha sido notificada sobre las órdenes cautelares, Henning Jensen, rector del centro de estudios, le pidió anoche (25 de diciembre), que se detuvieran las obras.
Cotter explicó que aún no tienen fecha para el inicio de la construcción de la nueva facultad de Odontología. Hasta el momento, el único avance es el permiso de corta de los árboles.
El encargado aseguró que para contrarrestar esta acción, desde julio de este año la Universidad emprendió un proceso de sustitución de esos árboles. Ya se sembraron 150 en las instalaciones de la Ciudad Deportiva, y están pendientes 150 más, los cuales se ubicarán en los dinstintos recintos de la UCR.