Johannesburgo AFP El estado actual de las poblaciones de tiburones ha convertido al gran depredador de los océanos en presa.
Según cifras de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites), 100 millones de escualos mueren cada año. Es decir, hay dos veces más capturas de las que permitirían mantener las poblaciones.
“Es un tema de vida o muerte”, resume Luke Warwick, del Instituto de Investigación Pew. “La demanda –en particular de aletas, carne o branquias– es más alta que nunca”, dice Andy Cornish, experto en escualos de la organización Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés).
“Muchos países no tienen pesca sostenible, ni la más mínima regla para la pesca de tiburones. Cada uno puede llevarse lo que quiera. Incluso, en los que las tienen, las normas no se aplican”, acusa Cornish.
Apetito voraz. La demanda de los consumidores asiáticos por carne, aceite, piel o hígado de tiburón los han convertido en una presa. Algunos pescadores no dudan en cortarles las aletas y luego lanzarlos vivos al mar, una práctica prohibida, pero llevada a cabo en los océanos Índico y Pacífico.
China ha prohibido, oficialmente, la sopa de aleta de tiburón en las cenas oficiales. Pero, el plato es muy apreciado en este país y en Singapur.
La medicina tradicional del sur de China preconiza el agua de la cocción de las branquias de las mantarrayas para purificar el sistema sanguíneo, aunque su eficiencia no es comprobada.
Según la organización Wildlife Conservation Society (WCS), las ventas de tiburones, rayas y quimeras aumentaron un 40% en una década. Los expertos contabilizan 1.250 especies de tiburones y más de 180 tipos de rayas. Si la sobrepesca continúa, la cuarta parte de esta biodiversidad estará amenazada, dice WWF.
“Los tiburones son un eslabón esencial del ecosistema oceánico y las rayas son una de las especies ineludibles. Por eso, tenemos que protegerlos”, dice Dan Ashe, director de los servicios estadounidenses de la pesca y de la fauna. Cites se pronunciará, antes del miércoles, sobre una propuesta apoyada por 50 países para añadir 13 nuevas especies de tiburones y de rayas al Apéndice II, que regula el comercio de especies amenazadas.
Al día de hoy, hay ocho tipo de tiburones protegidos, entre ellos el martillo común, el martillo gigante y martillo liso, que ya fueron incluidos en el Apéndice II.