Si el próximo año se empiezan a tomar acciones para reducir completamente las emisiones de gases de efecto invernadero, podría lograrse que la temperatura mundial no aumente más de la meta de los 2º C dispuesta; pero, si se postergan por otros 15 años, esta aumentará al menos 0,4º C adicionales.
Así lo afirma un estudio del Potsdam Institute for Climate Impact Research (PIK).
En él, también advierten de las consecuencias económicas de retrasar la implementación de políticas para enfrentar el cambio climático.
“El crecimiento económico mundial podría decrecer hasta un 7% en la primera década después de la aplicación de políticas climáticas, si el estancamiento internacional actual continúa hasta 2030”, dicen los investigadores en el sitio del PIK.
En cambio, si se actúa ahora, la disminución en el crecimiento económico mundial sería de apenas 2%.
"Las repercusiones económicas transitorias que resultarían de un nuevo retraso en el cambio hacia una economía respetuosa con el clima son comparables con los costos de la crisis financiera que el mundo acaba de experimentar", advirtió el autor principal del estudio, Gunnar Luderer.
Política climática y precios energéticos. Si las políticas para reducir las emisiones se retrasan más allá de 2030, los niveles de los precios mundiales de la energía probablemente aumentarán en un 80% en el corto plazo.
Este incremento de precios es especialmente preocupante debido a la carga que pone en los pobres del mundo, advierten los investigadores.
Ellos opinan que si se implementan políticas para reducir las emisiones y lograr la meta de 2º C a partir del 2015, los aumentos en precios de la energía a corto plazo serían solo del 25%.