Christopher Field viste camiseta de algodón con saco; eso lo hace pasar inadvertido entre los ejecutivos que cierran negocios en el mismo lobby del hotel.
Quizá es que, en el fondo, Field no deja de ser profesor universitario y lo demuestra en su charla distendida, incluso didáctica.
El estadounidense preside el Grupo de Trabajo II (WGII, por sus siglas en inglés) del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), el cual se enfoca en el análisis de los impactos, la adaptación y la vulnerabilidad frente al cambio climático.
En octubre, Field se medirá con otros científicos de Corea, Suiza, Bélgica y Austria, por la presidencia del IPCC , máxima entidad científica en el tema.
El científico de la Universidad de Stanford vino a Costa Rica acompañado por Katharine J. Mach, codirectora científica del WGII, quien explicó que el mundo necesita pasar de ver solo la cara del problema y debe empezar a hablar sobre las soluciones.
“En algunos casos, eso tiene que ver con acceso a la energía e incrementar la resilencia de las sociedades, pero también tiene que ver con sistemas públicos de salud, acceso a lugares donde ir cuando hace calor y acceso al agua, por ejemplo”, dijo Mach.
Este es el extracto de la conversación que mantuvo Field con La Nación en su visita a Costa Rica:
Si obtiene el puesto, ¿podrían países pequeños como Costa Rica contar con su ayuda para, por medio de la ciencia, reducir sus vulnerabilidades y adaptarse al cambio climático?
El reto de la ciencia es pasar de convencer de que el cambio climático es real y enfocarse en qué haremos al respecto. En cuanto a lo segundo, es tratar de entender la vulnerabilidad, las opciones para la adaptación, dónde podemos mitigar y cómo encajamos adaptación y mitigación en el desarrollo sostenible.
”Creo que esa es una agenda que es central para los intereses de los países pequeños y también para los grandes”.
En su mensaje de candidatura dice que el siguiente paso para el IPCC es entender las soluciones. ¿Se refiere a lo mismo?
El cambio climático es un problema que necesitamos resolver. Sabemos los pasos para hacerlo: esencialmente, necesitamos reducir y, eventualmente eliminar, las emisiones de gases efecto invernadero, así como adaptarnos a los impactos del cambio climático que ya no podemos evitar.
”Se refiere a comprender lo que se necesita y el cómo hacer que estos dos componentes se ajusten con las aspiraciones de la gente por tener una vida mejor”.
¿Hay una falsa expectativa con respecto a que alcanzar un acuerdo universal y vinculante en la COP21 París vendrá a solucionar todos los problemas derivados del cambio climático?
El cambio climático es un gran problema. No importa cuán ambiciosos o exitosos seamos al final de la Cumbre del Clima (COP21 París), ya existen impactos y vendrán más en el futuro.
”Eso se debe a que tenemos tecnologías, como plantas de energía, carros y barcos, a las cuales necesitamos sacarles provecho porque son el motor de la economía global, pero necesitamos pasar, tan rápido como podamos, a tecnologías más limpias”.
”En los últimos 100 años ha habido una conexión entre crecimiento económico y el uso de combustibles fósiles. Siempre va a existir esa relación entre desarrollo y uso de energía, pero necesitamos que esa energía provenga de fuentes renovables”.
En el 2014, su trabajo se enfocó en el tema de energía. ¿Será esta una de las prioridades de investigación en el IPCC?, ¿cuáles otros temas?, ¿océanos quizá?
Cuanto más sabemos del cambio climático, muchos más sectores están involucrados. Al principio, creíamos que el cambio climático afectaba la naturaleza y la agricultura, pero ahora sabemos sobre los impactos en la salud humana, transporte, vivienda... Cuando miremos el futuro, necesitaremos entender la interacción del cambio climático con muchos otros temas.
”Entre esos temas, definitivamente, estarán los océanos, la seguridad alimentaria, la salud y el desarrollo sostenible”.
¿Deberíamos, como países, invertir más en ciencia enfocada a la adaptación?
Es una pregunta interesante. En lo personal, creo que la ciencia de la adaptación es un área interesante para investigar y una de las frustraciones con las que lidiamos es que invertimos poco en el seguimiento de los proyectos para aprender sobre lo que funcionó y lo que deberíamos hacer diferente. Si somos más conscientes de la forma en que ejecutamos proyectos de adaptación, podríamos ser mucho más efectivos en inversiones futuras.
Es irónico que su país, Estados Unidos, invierta tanto en ciencia del clima y aún existan personas que no crean en el cambio climático.
Es cierto, Estados Unidos ha invertido mucho en entender el fenómeno del cambio climático, sus impactos, y la evidencia es cada vez más contundente.
”La discusión pública puede estar distorsionada por muchos tipos de mecanismos, pero las cosas están cambiando. Las personas de mi edad podían estar conscientes, pero no notaban las consecuencias del cambio climático. Ahora, todos vemos que el cambio climático es real y no solo de los científicos”.
¿Podría ayudar su posible designación en el IPCC al diálogo interno en Estados Unidos?
La presidencia del IPCC no representa un país específico y si llegara a liderarlo, sería como individuo. Pero sí creo importante reconocer el aporte de la ciencia climática al diálogo público, ya sea en los Estados Unidos o en cualquier otro país.
”Una de las cosas que espero es que el liderazgo estadounidense en el IPCC pueda desempeñar un papel que ayude a visibilizar el valor de la contribución de miles de científicos que voluntariamente aportan al IPCC.
”Yo mismo quisiera mantener la puerta abierta para tener esa conversación sobre impactos y soluciones, sin importar si estoy en los Estados Unidos o en cualquier otro país”.