El estudio, difundido a comienzos de este mes, evaluó 43 muestras recogidas en 2010. De ese total, 70% resultó en un nivel regular, 25% de mala calidad y el resto de pésima.
SOS usó indicadores como la presencia de bacterias fecales, larvas y gusanos, basura y bajo índice de oxígeno en el agua. Además le examinó 10 propiedades físico-químicas
“El año 2010 fue bueno para Brasil si se considera el alto nivel de consumo y mercado, pero si miramos los índices de calidad ambiental el resultado es muy distinto”, dijo a Tierramérica Malu Ribeiro, coordinadora del estudio.
“Necesitamos llevar conciencia a la sociedad para conservar el agua, que es tratada con descuido pese a ser un recurso natural indispensable para la vida”, agregó.