Mantengo una relación conflictiva con el acto de ver televisión: poca oferta me llama pero me parece divertido ver programas que no son para mí. Ha de ser algo psicológico, o que me gusta experimentar aquello de lo que no soy público meta para intentar entenderlo, teniendo bases para criticarlo desde el punto de vista de un televidente más.
Por eso, el martes vi la nueva apuesta de Canal 7, Tu cara me suena. Estos son mis apuntes en orden cronológico:
– Me gusta que los jueces imitaran antes que el elenco. Nada peor que quienes quieren imponer sus órdenes sin mostrar el ejemplo, en este caso con las agallas de encarar un posible ridículo antes que aquellos a quienes juzgarán.
– Nunca he visto Tu cara me suena de otros países pero la trama no es ciencia astral. Los intermedios previos a las actuaciones me dan tedio desde ya. Este programa es dos horas, pero sospecho que con versiones resumidas de esos segmentos podría durar una hora, fácil (pero, ¡uy!: disminuiría la publicidad).
– Luis Alonso Naranjo hace de Bruno Mars, y pienso: 1) La pronunciación a veces duele, y 2) Este es el arte de emular cual deporte extremo: no solo es imitar a artistas sino que el formato también es copiado (común para Teletica).
– Angie Valverde canta una de Gloria Trevi y, tomando en cuenta el episodio del jurado, es la primera interpretación de la noche que se siente tantito natural. La jueza Doña Tere (bueno, bueno: Eugenia Fuscaldo) comenta que Pelo suelto era una canción escandalosa y que ahora es “una inocentada”. Jeje.
– Es más divertido ver a un mueble lindo que oír los diálogos; las interpretaciones son al menos divertidas, porque provocan algo, así sea vergüenza ajena. Hablando de muebles, el set es bello.
– Viene Luis Montalbert-Smith; hago una lista mental de otros “rockeros ticos” que podrían salir en Teletica. Noto una tendencia. Deambulo un poco: ¿Se traducirá esto en mayor difusión de su música? ¿Afectará una cosa a la otra, o la gente que va a seguir estos programas vive en una dimensión aparte?
– Luis imita a Red Hot Chili Peppers. Mamá dice: “No conozco a ese artista; no sé si lo está haciendo bien o mal”. A mí me parece que Luis está a la altura, aunque con un acento por allá. Qué detalle: hay una banda simulando la pista, y el bajista le está dando con todo.
– Hay un intermedio de preguntas que responden con pulgares para arriba o para abajo. Es totalmente prescindible, salvo porque tiene un patrocinador que hasta mandó a hacer sillones.
– Boris Sosa, famoso en Internet y por Maikol Yordan de viaje perdido, hizo de Residente de Calle 13. Dos jueces lo primero que mencionaron fue a las bailarinas que lo apoyaron. Nadie dijo que la cantada fue nivel karaoke, y lo triste es que compite contra varios cantantes.
– Tamela Hedström le entró a Mariah Carey. Después de las opiniones del jurado sobre su acto, siento que me estoy tomando esto más en serio que ellos. Es una mesa de pocos argumentos y de más vacilón; ya estamos advertidos.
– Los anuncios son eternos. Recuerdo que hace poco leí que con pocos segundos de publicidad Teletica puede pagar el canon de uso del espectro radioeléctrico. ¿Será cierto? Igualmente, han hecho de estos formatos una mina de oro.
– Viene Olga Tanón en la piel de Flor Urbina, que lo hace espectacular... pero su currículo es incomparable con el del resto del elenco. Me pierdo pensando en lo injusta que es la vida pero rápido retomo el rumbo. Supongo que quien eligió al elenco quería hacerlo ¿más real?
– La Perla Zelaya imita a Gilberto Hernández. Me siento como mi madre con el cantante de Red Hot Chili Peppers: me reservo la opinión. María José Castillo canta una de Adele y se merece los vítores, pero de nuevo: ella ya suma experiencia en este tipo de concursos.
– En la votación, los jueces tienen que dar algo más que mociones de que todos lo hacen perfecto. Gana Flor Urbina, sin mayor sorpresa. No sé si aprendí algo con esto, pero espero tener algo que hacer el próximo martes en la noche.